• 23/11/2024
¿Jalisco es el Silicon Valley mexicano?

¿Jalisco es el Silicon Valley mexicano?

Un pequeño Silicon Valley está naciendo en México. Al menos, esa es la intención del Guadalajara Design Center (GDC) de Intel. Ubicado en la colonia El Bajío en Zapopan, Jalisco.

Este campus que nació como una startup mexicana en el 2000 es ahora uno de los centros tecnológicos más relevantes para la marca, pues aquí se lleva a cabo el proceso para investigar, diseñar y probar los chips de Intel.

El centro cuenta con dos edificios de oficinas y uno de laboratorios llamado Intel Labs, pero este último abarca 5000 m2.

Es aquí donde 30 científicos investigadores trabajan en desarrollar prototipos de Inteligencia Artificial y robótica, la arquitectura y diseño de computadoras y otros prototipos de silicio y sistemas.

“Vemos el futuro lleno de oportunidades, pero todo empieza con el talento”, menciona Jesús Palomino, director general de Intel GDC. En este centro hay 1,900 empleados, de los cuales 24% cuenta con maestría, 4% con doctorado y 130 son estudiantes. Y están en búsqueda de más.

El panorama en México


En 2018, México contribuyó con el 11.6% de la oferta global de semiconductores con un valor de exportación de 721 millones de pesos.

Exportan el 88% a Estados Unidos y esto porque uno de sus principales atractivos son la cercanía y proximidad con la industria.

Además, de acuerdo con el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco, el principal subsector exportador de Jalisco es “Fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos” con un valor por exportaciones de 3,092 millones de dólares, lo que representa 54.70% de las exportaciones totales de la entidad en el cuarto trimestre de 2020.

Esto lo pone por encima de la exportación de tequila, pues la industria de las bebidas y el tabaco solo representa un valor de 572 millones de dólares y un 10.13% del total de las exportaciones del estado.

Además, la industria cuenta con 3.1 millones de trabajadores, lo que representa el 18% del empleo formal del país repartidas en 6,500 compañías en 19 estados de la República.

Por esto, la búsqueda y desarrollo de talento mexicano es primordial para centros como el GDC. “Vemos el futuro lleno de oportunidades, pero todo empieza con el talento”, menciona Jesús Palomino.

Por otro lado, Adriana Palau, directora de ingeniería en Intel GDC, resalta que sólo el 30% de las mujeres entran a estudiar una carrera STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), pero de ese porcentaje solamente el 10% se gradúa y la deserción sigue bajando en el mundo laboral.

“Queremos más niñas por varias razones, pero una de ellas es porque las mujeres son el 50% de la población de consumidores. Es necesario tener mujeres en las empresas para aportar soluciones y la visión de las mujeres”, concluye Palau.

La relevancia de los semiconductores


Los semiconductores son sumamente importantes porque son la tecnología esencial para el funcionamiento de todos los dispositivos modernos. Sirven para poder prender tu teléfono hasta para tener conectividad o una nube.

En 2020 se realizó una inversión de 440,000 millones de dólares en la industria a nivel mundial y para 2022 se pronostica que la cifra alcance los 600,000 millones de dólares.

Por esto, impulsar el talento tecnológico en México es clave para la industria de semiconductores porque el recorrido para hacer un chip comienza con la investigación, la cual se lleva a cabo en el GDC, que fue, además, la primera adquisición de Intel en Latinoamérica.

Jesús Palomino, director general de Intel GDC, explicó el recorrido de un chip informático:

  • Diseño: Aquí convergen las ideas de los arquitectos de chips, los diseñadores lógicos y los diseñadores de circuitos.
  • Creación de mascarillas: se convierten los patrones digitales en mascarillas que contienen la información para cada paso del proceso de fabricación.
  • Fabricación: en un ambiente controlado, se utilizan máquinas y fotolitografía para imprimir los patrones de las mascarillas de la oblea de silicio para cada paso del proceso de fabricación, creando circuitos integrados.
  • Individualización y clasificación: las obleas terminadas se cortan en chips individuales y se colocan en bobinas.
  • Prueba y ensamblaje: los técnicos prueban cada uno de los troqueles por última vez y luego los montan entre un separador térmico y sustrato para formar un paquete delgado y compacto.
  • Almacenamiento: los profesionales de logística envían los chips a los clientes o centros de distribución mundial donde se envían a los fabricantes o se empaquetan.

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