• 22/11/2024
Muere bebé de 11 meses;  su padre lo olvidó en el coche

Muere bebé de 11 meses; su padre lo olvidó en el coche

ITALIA.- Un grito desesperado rasga la tranquila tarde de Cecchignola. Es el de la madre de la pequeña Stella, de apenas 11 meses, que murió encerrada en el Renault Mégane rojo que su padre, Sandro, había aparcado siete horas antes frente a la guardería donde debía dejarla. Era su rutina diaria, pero ayer se convirtió en una tragedia para este italiano, un Carabinieri de 45 años que vivía al sur de Roma.

Él y su mujer estuvieron encerrados durante horas entre lágrimas, con los puños cerrados y la mirada perdida, en una ambulancia 118 aparcada delante de aquel Renault mientras un psicólogo intentaba afrontar con ellos lo insoportable: la muerte de su pequeña, a la que Sandro había dejado olvidada en la sillita de bebé de la parte trasera de su coche, aparcado al sol, desde primera hora de la mañana en el aparcamiento de Via dei Fucilieri.

Se trata del décimo caso en Italia, al menos desde 1998, de Fsb (‘síndrome del bebé olvidado’), en el que, según los estudiosos, un lapsus de memoria hace creer a un padre que ha hecho algo -como dejar al niño en la guardería- cuando en realidad no lo ha hecho. A partir de febrero de 2020, el “decreto de la sillita de bebé” -impulsado por la actual primera ministra, Giorgia Meloni- obliga a instalar en los vehículos un dispositivo de alarma para evitar que los menores de cuatro años se queden en el coche. Se trata de un sistema en la sillita, en el coche o independiente de ambos.

Las investigaciones tendrán que aclarar si dicho dispositivo estaba activo en el Mégane, pero mientras tanto, la fiscalía está investigando al padre, que tiene dos hijos de una relación anterior, por abandono de menores a la espera de los resultados de la autopsia, que tendrá que aclarar las causas de la muerte: si fue el calor, falta de aire u otros motivos. Como suele ser habitual, por el momento le han retirado el arma.

Todavía queda por esclarecer qué hizo el hombre cuando se bajó del coche. Para ello servirán de ayuda las cámaras de seguridad de la zona, que dictaminarán si fue directamente a trabajar o si llevaba algo en la mano para entregar en una oficina pensando que volvería a recoger a la niña pero se olvidó de hacerlo, y si había hablado con su mujer por teléfono durante la mañana.

La alarma la dio un transeúnte que se percató de la presencia de la niña sin vida a las 14.40 horas y llamó al 112. “Corre, no respira. Se la han olvidado en el coche y las ventanillas están cerradas”, explicó a la operadora, que inmediatamente envió ambulancias y bomberos.

Instantes después, la madre de Stella salía corriendo de la guardería Luinetti, donde las maestras acababan de decirle que no habían visto a la niña. Una mirada al coche de su marido le bastó para comprenderlo. Entonces gritó, lanzándose contra las ventanillas con la intención de romperlas y liberar a la niña. Un carabinero fuera de servicio entró corriendo con otras personas y rompió la ventanilla, intentando reanimar a la pequeña. Lo mismo hicieron poco después dos médicos de Ares 118 ante una pequeña multitud atónita. Todo fue en vano: Stella llevaba horas muerta.

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