JOHANNESBURGO.- Al menos 74 personas perdieron la vida en un incendio que arrasó un edificio de cinco plantas en ruinas en Johannesburgo en el que vivían personas sin hogar y ocupantes ilegales, informaron ayer los servicios de emergencias de Sudáfrica.
Algunos, en su desesperación, arrojaron bebés por las ventanas del tercer piso para que los atraparan en la acera.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, reconoció que es un llamado para que el gobierno proporcione viviendas habitables. La ONU extendió su pésame y una intención de cooperar en la asistencia a damnificados.