CIUDAD DE MÉXICO.- Entre 2018 y 2022, México ha sido el país que más empleos creó a partir de la inversión extranjera directa (IED) turística con 31,000 nuevos puestos de trabajo, seguido de China y España, según un reporte de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Además, México se colocó entre los 10 mayores receptores de IED a nivel mundial, en la sexta posición.
Según un reporte de la OMT, en los últimos cinco años México ha recibido 105 proyectos del sector turístico, con lo cual fue la sexta mayor economía en recibir inversiones en la industria, un rubro que encabezaron Estados Unido, Reino Unido, España, Alemania y los Emiratos Árabes Unidos.
Natalia Bayona, directora ejecutiva de la OMT, explicó que esta tendencia se debe a una tendencia de mayores inyecciones de capital en las economías en desarrollo, que ha ponderado particularmente a los sectores relacionados con la prestación de servicios.
“Un 70% de las economías en desarrollos están concentrando la inversión extranjera directa, y la inversión en proyectos del sector servicios creció 68%. Esto es crucial porque el turismo crece en paralelo con la industria de servicios”, dijo Bayona durante el Día Mundial del Turismo, que se celebra en Riyadh, Arabia Saudita. “No son sólo las inversiones, sino la calidad de las inversiones”, enfatizó.
Actualmente la inversión extranjera directa se concentra en su mayoría en el sector hotelero (un 66%) y en menor escala en entretenimiento (9%), pero hay un rubro que ha ganado atractivo: el de la tecnología e innovación.
Este segmento ya concentra un 16% de las inversiones en turismo, y sigue creciendo. Según la OMT, en los últimos cinco años las inversiones de capital de riesgo (o venture capital) en tecnología acumularon 48,000 millones de dólares. De este monto, un 27% fue invertido durante 2021 en medio de la coyuntura provocada por la pandemia, lo que constituyó un año récord.
“El empleo turístico durante la pandemia cayó 74%, y la inversión en tecnología fue el único que se mantuvo estable”, señaló Bayona.
Un 40% del capital de riesgo fue captado por startups de tecnología, mientras un 25% por firmas de alojamiento y un 10% por el sector de transporte aéreo. En tanto, Norteamérica fue la región que acaparó la mayoría de los recursos, con 41.5%, seguida de Asia Pacífico (34.8%) y Europa, con 21.3%.
En este rubro, Latinoamérica, el Caribe y África quedaron rezagados, pues en conjunto sólo se quedaron con 1% del capital levantado.