ISRAEL.- Los servicios telefónicos y de internet colapsaron este viernes por la noche en la Franja de Gaza bajo un intenso bombardeo de Israel, dejando a sus 2.3 millones de habitantes incomunicados entre sí y con el resto del mundo, al tiempo que el mando militar israelí anunció que estaba “ampliando” sus operaciones por tierra en el territorio asediado.
El anuncio del ejército israelí señaló que se estaba acercando a una invasión total de Gaza, donde prometió “aplastar” al grupo militante gobernante Hamás después de su incursión en el sur de Israel hace tres semanas, que dejó sin vida a mil 400 personas israelíes y al menos 200 fueron tomadas como rehenes. Desde entonces, los bombardeos de Israel han asesinado a más de 7 mil personas, entre ellas 2 mil 913 niños y niñas palestinas.
Explosiones provocadas por los bombardeos israelíes iluminaron el cielo sobre Gaza este viernes al anochecer, cuando colapsaron los servicios de internet y telefonía, tanto fija como celular. La población palestina, de antemano sumida en la oscuridad luego de un corte eléctrico casi total hace semanas, ahora estaban aislados, amontonados en casas y refugios, y se les estaban agotando los suministros de agua y alimentos. El proveedor de telecomunicaciones palestino, Paltel, subrayó que la “interrupción total de los servicios” se debió al bombardeo.
Debido al bloqueo, de momento no se cuenta con información sobre víctimas de nuevos ataques aéreos. La Media Luna Roja señaló que perdió todo contacto con su sala de operaciones y sus equipos médicos. Dijo temer que la gente ya no pueda llamar a las ambulancias, lo que significa que los rescatistas tendrán que guiarse por las explosiones para ir en busca de heridos. Grupos de ayuda internacional comentaron que sólo pueden comunicarse con pocos de sus miembros del personal usando teléfonos satelitales.
Los familiares fuera de Gaza entraron en pánico después que sus chats de mensajería con familias en el interior se apagaron repentinamente y las llamadas se interrumpieron.
“Tenía mucho miedo de que esto sucediera”, dijo Wafaa Abdul Rahman, directora de una organización feminista con sede en la ciudad cisjordana de Ramallah. Añadió que durante horas no había tenido noticias de su familia en el centro de Gaza.
El vocero military israelí, contralmirante Daniel Hagari, dijo que las fuerzas en tierra estaban “ampliando su actividad” en Gaza y “actuando con gran fuerza… para alcanzar los objetivos de la guerra”. Israel sostiene que sus ataques tienen como objetivo a los combatientes y la infraestructura de Hamás y que los milicianos operan entre civiles, poniéndolos en peligro.
Varios hospitales, escuelas de la ONU, refugios y campamentos de refugiados palestinos también han sido atacados durante las semanas que lleva este enfrentamiento.
Israel ha acumulado cientos de miles de efectivos a lo largo de la frontera con Gaza de cara a una ofensiva terrestre prevista contra la milicia Hamás. El viernes temprano, el ejército anunció que las fuerzas terrestres llevaron a cabo su segunda incursión de una hora dentro de la Franja de Gaza en el mismo número de días, atacando docenas de objetivos milicianos en las últimas 24 horas.
Horas antes, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, informó a un pequeño grupo de periodistas extranjeros que Israel anticipa una ofensiva larga y difícil en Gaza.
“Tomará mucho tiempo” desmantelar la vasta red de túneles de Hamás, dijo, y añadió que preveía una larga etapa de combates de baja intensidad a medida que Israel destruye los “bolsones de resistencia”.
Sus declaraciones apuntan a una nueva fase de la guerra sin final previsto después de tres semanas de bombardeo. Israel ha dicho que pretende acabar con el régimen de Hamás en Gaza y su capacidad de amenazar al Estado judío. Pero no está claro con qué criterio se determinará la derrota de Hamás ni cómo será el final de partida. Israel dice que no tiene la intención de gobernar el pequeño territorio de 2.3 millones de palestinos, pero no quién espera que lo gobierne, y las declaraciones de Gallant apuntan a una insurgencia a largo plazo.
En una señal de las crecientes tensiones en la región, aviones de combate estadounidenses atacaron objetivos en el este de Siria que, según el Pentágono, estaban vinculados con la Guardia Revolucionaria de Irán después de una serie de ataques contra las fuerzas estadounidenses; y dos objetos misteriosos impactaron en poblados de la península egipcia del Sinaí.
Después de tres semanas de guerra provocada por una sangrienta incursión de Hamás en el sur de Israel, el número de asesinados palestinos ha superado los 7 mil 300, según funcionarios de Gaza. El sitio a Gaza ha significado una disminución de los suministros de alimentos, combustible, agua y medicinas, y los líderes árabes y de la ONU han pedido un cese del fuego para permitir la entrada de ayuda humanitaria.
El Ministerio de Salud de Gaza publicó el jueves una lista detallada de nombres y números de identificación de los asesinados, incluidos más de 3.000 menores y más de 1.500 mujeres. Milicianos palestinos han disparado miles de cohetes contra Israel, entre ellos uno que impactó en un edificio residencial en Tel Aviv el viernes, hiriendo a cuatro personas.
Según el gobierno israelí, más de mil 400 personas fueron asesinadas en Israel durante el ataque de Hamás del 7 de octubre, y al menos 229 rehenes fueron llevados a Gaza.
El número total de muertes supera con creces el número combinado de las cuatro guerras anteriores entre Israel y Hamás, estimado en unas 4 mil. Se espera que una invasión terrestre cause aún más bajas en ambos lados al tiempo que las fuerzas israelíes y Hamás combaten en densas zonas residenciales.
Los hospitales han estado buscando combustible para hacer funcionar los generadores de emergencia que alimentan las incubadoras y otros equipos que salvan vidas después que Israel cortó todas las entregas de combustible a Gaza al comienzo de la guerra, lo que obligó a cerrar su única planta de energía.
Gallant dijo que Israel cree que Hamás confiscará cualquier combustible que ingrese. Agregó que el grupo armado utiliza generadores para bombear aire a sus cientos de kilómetros (millas) de túneles, que se originan en zonas civiles.
“Para obtener aire, necesitan petróleo. Para el petróleo, nos necesitan”, dijo.
Se sabe poco sobre los túneles secretos y otras infraestructuras de Hamás, y no fue posible confirmar de forma independiente las afirmaciones de Gallant.
“El asedio significa que los alimentos, el agua y el combustible —productos básicos— se están utilizando para castigar colectivamente a más de 2 millones de personas, entre ellas, la mayoría de los niños y mujeres”, dijo a los periodistas Philippe Lazzarini, jefe de la UNRWA, la agencia de la ONU que trabaja con los refugiados palestinos.