NUEVO LEÓN.- A pesar de la creciente necesidad de vivienda, en Nuevo León se registra un fenómeno que traba el acceso a vivienda y es el incremento de casas abandonadas.
Este fenómeno presenta un incremento del 4.7 por ciento, ya que en 2020 había 286 mil 185 casas no habitadas en Nuevo León, de acuerdo al Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y para este año se estima que ya son 400 mil.
Esta última cifra fue dada a conocer por el diputado local priísta Heriberto Treviño, quien atribuyó el abandono de los inmuebles a que para los dueños de las mismas les resulta imposible habitarlas debido a dificultades de movilidad y accesibilidad.
“Muchas de las viviendas tienen dueños, pero por diversas razones y factores como la seguridad o movilidad se vieron en la necesidad de abandonar dicho predio, o bien se mudaron a otra vivienda, pero dejaron de brindarle la atención que requiere para ser habitable y quedó en el abandono”, explicó el legislador local.
Dijo además que otra de las problemáticas comunes en las casas abandonadas es que no cuentan los servicios básicos activos, como la red doméstica de agua, gas natural y electricidad.
“De mejorarse estas carencias, podrían ser susceptibles de habitar, rentar o para uso comercial”, indicó el diputado. Para combatir la problemática, una opción es que el Gobierno adquiera los inmuebles intestados.
Así lo propuso el secretario del Consejo del Colegio de Notarios Públicos, Norberto de la Rosa, el pasado abril, luego que ABC Noticias publicó que muchas de las viviendas se encuentran intestadas.
El notario dijo que si no se reclama una propiedad en un determinado tiempo, la persona pierde su derecho a poseerla, por lo que el Gobierno estatal podría entrar por la vía jurídica para adquirir cualquier inmueble y así reducir la problemática.
El más reciente reporte del Registro Único de Vivienda, con corte de enero a octubre de 2023, indica que en lo que va del año se produjeron 17 mil casas en Nuevo León, cifra que comparada con el 2020 presenta un decremento del 10.5 por ciento, pues en ese año fueron 19 mil viviendas.
Fernando Aguilar, titular de la Unidad de Planeación y Proyectos Estratégicos del Instituto de la Vivienda y Fomerrey, dijo que una de las problemáticas que detonan el abandono de viviendas es la falta de asequibilidad.
“La falta de asequibilidad, es decir, a la población, a la gente no le alcanza el dinero para pagar la mensualidad de su vivienda y satisfacer sus otras necesidades básicas, como pudieran ser el alimento o el vestido, la atención médica, la educación, lo que hace que en algún momento el pago del inmueble se haga insostenible y motive a la gente a abandonarlo”, explicó Aguilar.
Mencionó además que ante la creciente problemática de viviendas abandonadas es necesario “concebir mecanismos o soluciones en las que exista la colaboración de todos los tres niveles de gobierno federales”, concluyó.