CIUDAD DE MÉXICO.- Existen muchos mitos y creencias en torno al VIH debido a la falta de información efectiva en México y en otras partes del mundo. Gracias a diversas falsas creencias respecto a este virus, muchas personas, principalmente de la comunidad LGBTTTIQ+, son discriminadas por sus familias, amigos, compañeros de trabajo y espacios de recreación.
Para prevenir la desinformación, te aclaramos algunas posibles dudas sobre cómo se transmite el virus, cuáles son las vías de transmisión más comunes y cuáles son los tratamientos actuales que existen para erradicarlo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NIH) de Estados Unidos, El VIH se transmite de una persona a otra mediante la sangre y otros fluidos corporales, como el semen, el líquido preseminal, los fluidos rectales, los fluidos vaginales y la leche materna.
Para que el VIH se transmita además de estar presente en estos fluidos, debe llegar al torrente sanguíneo por medio de una membrana mucosa (presente en el recto, la vagina, el pene y la boca), cortes o llagas abiertas, o por inyección directa. Por lo anterior, un beso no puede transmitir el virus del VIH.
Pese a que existen fluidos dentro de la boca que son capaces de transmitir el virus del VIH, como la sangre presente en alguna herida o laceración, hasta el momento en México no se ha registrado ningún contagio del virus por esta vía. Además, el VIH no puede sobrevivir a ciertos fluidos corporales como la saliva, las lágrimas o el sudor, por lo que no es posible contagiarse a través de un beso, detalla Medical News Today.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano, la formas más comunes de contagio de VIH sin las siguientes:
Mantener relaciones sexuales anales o vaginales con alguien que tiene VIH sin utilizar preservativos o medicamentos para prevenir o tratar el VIH. A nivel mundial, la mayoría de los nuevos contagios del VIH se producen a través de las relaciones sexuales. Tener otra enfermedad de transmisión sexual (ETS) puede aumentar el riesgo de que una persona contraiga o transmita el VIH.
Compartir agujas, jeringas u otros elementos de inyección de drogas con alguien que tiene el VIH.
Transmitir de manera perinatal, que se refiere a la transmisión del VIH de la madre al niño durante el embarazo, el parto o la lactancia. Las mujeres embarazadas con VIH pueden prevenir la transmisión perinatal si toman medicamentos contra el VIH.
El tratamiento para el VIH (terapia antirretroviral, TARV o ART) consiste en tomar medicamentos según las indicaciones de un proveedor de atención médica. Este tratamiento reduce la cantidad de VIH en el cuerpo de la persona portadora y ayuda a que se mantenga sana. Pese a que no existe cura para el VIH, este se puede controlar con este tratamiento, detallan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Tomar los retrovirales tiene una gran ventaja, pues reduce la cantidad del VIH en la sangre, es decir, la carga viral al grado de presentar una carga tan baja que las pruebas no las pueden detectar, lo que ayuda también a prevenir el contagio a otras personas.
“Lograr y mantener una carga viral indetectable (o mantenerse en supresión viral) es la mejor manera de mantenerse sano y proteger a los demás”, detallan los Centros.
