CIUDAD DE MÉXICO.- En zonas urbanas de la Ciudad de México han aumentado los avistamientos de animales que antes sólo se veían en áreas con calidad ambiental muy alta, además, en zonas como el Desierto de los Leones, se aprecian especies que antes no estaban registradas en la capital del país y que dan cuenta de un ecosistema sano, afirmó Marina Robles, secretaria del Medio Ambiente (Sedema).
En entrevista con EL UNIVERSAL, la secretaria destacó que en zonas urbanas, como parques y corredores, se han ubicado especies, particularmente de aves, que antes únicamente se encontraban en Áreas Naturales Protegidas o en áreas del Suelo de Conservación.
“Hemos encontrado varias especies que normalmente han estado asociadas sólo a sitios de poca urbanización y de muy alta calidad ambiental; por ejemplo, el murciélago trompudo y dos especies de colibríes que es muy atractivo que estén en partes urbanas de la Ciudad”, dijo.
En los últimos años, señaló, se han registrado 42 nuevas especies de aves en distintos puntos de la Ciudad de México, como el Bosque de San Juan de Aragón, con lo que se pasó de 355 a 397 especies reportadas.
Mientras que en zonas como el Parque Nacional Desierto de los Leones, donde se ha puesto importante interés con la colocación de cámaras trampa para el monitoreo de biodiversidad, se ha encontrado gran número de animales conocidos como “depredadores tope”, los cuales se ubican en la parte más alta de la cadena alimenticia, lo que significa que para existir necesitan tener condiciones adecuadas.
“Varios de los avistamientos que tenemos ahí corresponden con mamíferos que son depredadores tope, que quiere decir que están en la parte más alta de la cadena alimenticia; estos depredadores necesitan que haya, hacia abajo, una cadena alimenticia sana, robusta, abundante para que ellos puedan existir. El hecho de que tengamos más presencia de estos depredadores, como el lince americano, la zorra gris, el coyote, que son cada vez más numerosos en los registros, nos muestran que tenemos una cadena cada vez más sana”, señaló.
En el Parque Nacional Desierto de los Leones suman 2 mil 501 avistamientos de distintas especies de fauna silvestre. Entre julio de 2021 y octubre de 2023 se logró identificar 34 especies distintas: 19 de aves, como colibrí de garganta azul, golondrina tijereta y tecolote; y 15 de mamíferos, entre los que destacan coyotes, linces americanos, venados cola blanca y zorra gris, especie de la que antes no se tenía registro en esta zona.
En los últimos cinco años, los avistamientos de especies han ido en aumento en distintas partes de la capital, por ejemplo, en 2019, únicamente se tenía registro de dos avistamientos de linces en el Desierto de los Leones, mientras que para 2023 sumaron siete. En el Bosque de Tlalpan —uno de los pulmones más importantes del sur de la Ciudad— los avistamientos de zorra gris sumaban ocho en 2019, cuando en la actualidad ya van 27 registros; y los coyotes, de los que antes no había registro en las alcaldías de Magdalena Contreras y Tlalpan, ahora suman siete, de acuerdo con datos de las autoridades del medio ambiente.
Imágenes captadas por cámaras de la Sedema dan cuenta de un buen número de animales vistos en territorio capitalino. Tan sólo el año pasado, en abril se apreciaron mapaches, en mayo fueron captados venados cola blanca y coatíes, en junio se pudieron observar linces. Mientras que el 14 de marzo, las cámaras captaron un cacomixtle, una bonita especie de grandes ojos que meses más tarde también fue localizado en una estación del Metro, lo que causó furor en redes sociales.
En septiembre del año pasado, las autoridades capitalinas reportaron el registro de dos nuevas especies de aves que fueron observadas en el lago del Bosque de San Juan de Aragón. Se trató del playerito diminuto y la gallina agachona americana. No son las únicas aves vistas en este espacio verde de la capital, pues también destacan otras como el chorlito tildío y el alzacolita, que son muy atractivas a la vista.
Meses antes, en julio pasado, la Sedema anunció el avistamiento de dos especies de colibríes en la segunda sección del Bosque de Chapultepec: el cola pinta, uno de los más pequeños del mundo con apenas 10 centímetros de longitud y el zumbador mexicano una especie endémica de nuestro país; ambas, especies muy coloridas que fueron captadas en uno de los jardines para polinizadores que se ubican en los alrededores del centro de Cultura Ambiental de Chapultepec.
Marina Robles señaló que cada vez “es mucho más evidente” la presencia de estos animales en la Ciudad de México, algo que a la gente “le sorprende”; sin embargo, aseguró que ahora existe “mucha más conciencia” de parte de la sociedad de lo que se puede hacer y cómo actuar cuando alguien se encuentra con uno de estos animales.
“Los animales en general huyen de nosotros y normalmente se esconden; si los vemos más es porque están más abundantes en la Ciudad, pero tienden a refugiarse. Está sucediendo una cosa interesante (entre la población) y es que la gente pide ayuda, están llamando al 911 o reportando que se encontraron algún ave, un cacomixtle, un tejón, o alguno de estos organismos que ahora vemos más”, afirmó.
La secretaria destacó que este aumento en el registro de especies que se han visto en la capital es “un indicador” de que las medidas que se han desarrollado en materia ambiental (como la creación de más áreas verdes, jardines polinizadores y humedales) no sólo sirven para mejorar la calidad de vida a los humanos, sino también le sirven a otras especies, ya que les brinda refugio y espacios en los que pueden encontrar alimento.
“De manera particular en el Bosque de Aragón es que, sabiendo que es un sitio que fue aumentando paulatinamente como un sitio de atracción de aves migratorias, creamos una playa de aves que es exclusiva para ellas y que sirve de sitio para su llegada”, explicó.
