CIUDAD DE MÉXICO.- El epazote es una planta originaria de México, valorada tanto por su perfil gustativo distintivo como por sus beneficios para la salud. Tradicionalmente, culturas prehispánicas como los aztecas y los mayas aprovechaban el epazote como condimento en su cocina, reconociendo además sus propiedades medicinales. Con el paso del tiempo, el cultivo del epazote ha trascendido fronteras y ahora se encuentra en diversos países de Latinoamérica, donde se ha hecho un hueco en la gastronomía local por su sabor único.
Otro nombre con el que se le conoce es hierba olorosa, es proveniente de América. Se trata de una hierba que puede llegar a medir hasta 1 metro de altura, cuenta con tallos erguidos, los cuales pueden ser simples o ramificados, sus hojas son aromáticas con bordes de curvas anchas e irregulares de color verde o púrpura y en forma de lanza. Tiene flores pequeñas, verdes, creciendo en racimos delgados, con semillas negras y pequeñas.
Además de servir como un excelente condimento en diversas preparaciones mexicanas, también cuenta con propiedades medicinales que ayudan a combatir o auxiliar diferentes padecimientos, por ejemplo, es reconocido por su efectividad en el tratamiento de la parasitosis, una condición que se manifiesta con síntomas como diarrea, vómito, dolor e inflamación estomacal, prurito anal, palidez, pérdida de peso, falta de apetito y fatiga.
La práctica común consiste en administrar en ayunas el cocimiento de sus ramas, y en algunos casos de su raíz, en agua o leche, con la precaución de evitar el consumo de alimentos picantes o carne de cerdo durante el tratamiento. A esta infusión a veces se añaden otras plantas como ajenjo y estafiate, o hierbabuena para potenciar sus efectos, de acuerdo con un artículo de la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dentro de las costumbres populares, existe la recomendación de preparar el té de epazote sin que la persona afectada por los parásitos lo perciba, debido a la creencia de que estos pueden “oler el medicamento” y así evitar ser expulsados. Además, su uso se extiende a aliviar malestares como el dolor de estómago, diarrea y vómito.
En la medicina tradicional, además de las afecciones digestivas, el epazote se usa para tratar alteraciones menstruales como la amenorrea y la oligomenorrea, consumiendo para ello la infusión de sus ramas, en ocasiones combinadas con zoapatle y cabellos de maíz morado, o solamente con ruda para los cólicos menstruales, que se asocian con hábitos como bañarse con agua fría o consumir alimentos irritantes durante el periodo.