CIUDAD DE MÉXICO.- Al menos ocho menores de edad resultaron intoxicados por beber gran cantidad de alcohol en un establecimiento ubicado en el número 20 del corredor peatonal Madero, en el Centro Histórico, donde también se excedió el aforo permitido de mil personas, ya que se encontraban entre 3 mil y 4 mil jóvenes, afirmó la titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riegos y Protección Civil del gobierno capitalino, Myriam Urzúa, al mencionar que eso es un peligro real.
Alrededor de las 20:15 horas, personal de la dependencia clausuró el acceso principal del edificio y los antros ubicados en el segundo y sexto piso, donde supuestamente se hallaban más de 8 mil parroquianos, luego de que durante la verificación los encargados de los establecimientos no exhibieron documento alguno que acreditara su legal funcionamiento, al igual que las medidas de protección civil y porque violaron el reglamento que impide la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad.
Era una fiesta de jóvenes, nada más que se les salió de las manos, aseveró la funcionaria para luego mencionar que las pertenencias de los muchachos que fueron desalojados del edificio podrán recuperarlas a partir de este sábado en las instalaciones de la Autoridad del Centro Histórico, en República de Argentina 8.
La noche de ayer sólo algunos jóvenes, la mayoría entre 15 y 17 años, que se aglomeraron en el acceso de Madero 20 pudieron recuperar sus mochilas –previos empujones con personal de los locales y de policías capitalinos– que resguardaron el acceso al edificio, tras aceptar el paso en grupos de seis.
Las cámaras del C5 alertaron a los policías y al personal del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, así como de Protección Civil de la alcaldía Cuauhtémoc, porque literalmente era un mar de jóvenes sobre el corredor de Madero, Filomeno Mata y 5 de Mayo, mientras varios se hallaban en las calles sentados, otros acostados en brazos de acompañantes por estar intoxicados.
De acuerdo con la versión de algunos asistentes que se encontraban en El Black, ubicado en el sexto piso, llegaron desde las 13 horas tras atender una convocatoria de una fiesta que circuló en redes sociales. Unos más relataron que es habitual que se venda alcohol sin restricciones, así como estupefacientes por sujetos que se infiltran.
Hasta el cierre de la edición, no se informó si hubo personas detenidas por vender alcohol a menores de edad en esos establecimientos.