Los científicos están realizando esfuerzos considerables para desarrollar polímeros degradables o reciclables usando material vegetal no comestible, por ejemplo, la biomasa lignocelulósica, con el objetivo de encontrar alternativas al plástico.
Sin embargo, producir plásticos competitivos con la biomasa no es tarea sencilla.
El plástico, que tan presente está en nuestras vidas, es un material de bajo coste, tiene estabilidad térmica, resistencia mecánica, es fácilmente procesable y es compatible, características estas que cualquier alternativa tiene al menos que igualar.
Estamos hablando de todo un reto.
Ahora, parece que estamos cerca de superar ese reto. Un grupo de investigadores liderado por Jeremy Luterbacher, de la Escuela de Ciencias Básicas de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL), ha desarrollado con éxito un plástico derivado de la biomasa, similar al PET, que cumple los criterios para sustituir a varios plásticos actuales y que, además, es más respetuoso con el medio ambiente.
“Básicamente, sólo tenemos que ‘cocinar’ madera u otro material vegetal no comestible, como los residuos agrícolas, en productos químicos baratos para producir el precursor del plástico en un solo paso”, dice Luterbacher.
“Al mantener la estructura del azúcar intacta dentro de la estructura molecular del plástico, la química es mucho más sencilla que las alternativas actuales”.