CIUDAD DE MÉXICO.- En Estados Unidos avanza una propuesta legislativa que contempla la aplicación de un impuesto del 5% sobre las remesas enviadas al extranjero, lo que incluye los recursos que millones de mexicanos envían a sus familias desde territorio estadounidense.
La medida, impulsada por legisladores conservadores, aún debe ser votada en el Pleno de la Cámara de Representantes y posteriormente en el Senado. A pesar de estar en etapa preliminar, ya ha generado diversas reacciones en México, donde se le ha calificado como injusta y discriminatoria hacia los trabajadores migrantes.
Especialistas en economía estiman que, en caso de concretarse, el efecto en la economía mexicana sería moderado. Se calcula que el impacto representaría una reducción mínima en el Producto Interno Bruto, de apenas una décima porcentual. Incluso, podría verse contrarrestado por el crecimiento sostenido en el envío de remesas, el cual se ha mantenido en niveles históricos.
Analistas también advierten que la implementación del impuesto podría incentivar el uso de canales informales para el envío de dinero, lo cual traería nuevos retos en materia de seguridad financiera y regulación.
México se mantiene como uno de los principales receptores de remesas a nivel mundial, con más de 64 mil millones de dólares recibidos durante 2024. Por ello, cualquier modificación en las condiciones del envío representa un tema de alta sensibilidad económica y social para el país.
La propuesta seguirá su curso legislativo en Estados Unidos durante las próximas semanas, y se espera que haya nuevas definiciones en el corto plazo.
