La reforma aprobada en la Cámara de Diputados reconfigura algunas funciones del Consejo de Salubridad General; crea el Servicio Nacional de Salud Pública y prohíbe el cobro de cuotas por atención.
CIUDAD DE MÉXICO.- El fin del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) se concretó. Aunque en los hechos ya había cedido sus funciones al organismo IMSS-Bienestar, este martes la Cámara de Diputados aprobó una reforma que incluye la extinción oficial y completa del Insabi.
Propuesta por el diputado de Morena Emmanuel Reyes Carmona, la iniciativa también prohíbe el cobro de cuotas por servicios de salud y medicamentos en las instituciones que atienden a personas sin afiliación. Además, incluye modificaciones al Consejo de Salubridad General y propone la creación del Servicio Nacional de Salud Pública.
Los cambios propuestos, según la exposición de motivos del dictamen, son para reforzar la rectoría de la Secretaría de Salud federal, optimizar el gasto, evitar duplicidades y controlar mejor los recursos destinados al sistema sanitario público.
Lejos de reconocer que el Insabi no alcanzó la meta de otorgar atención y medicamentos gratuitos a la población sin seguridad social laboral, el documento señala que la pandemia de covid-19 puso sobre la mesa la necesidad de reinventar el modelo de atención a la salud. Considera que, con 43 años de experiencia, el IMSS-Bienestar es la mejor opción para encabezar la política nacional de acceso universal a los servicios de salud.
Te explicamos cuáles son las claves principales de la reforma a la Ley General de Salud para regular el Sistema de Salud para el Bienestar.
¿Qué pasará con el Insabi?
Una vez que esta reforma sea aprobada también por el Senado de la República y publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), todos los recursos del Insabi, tanto financieros como humanos, serán transferidos al organismo público IMSS-Bienestar.
Para este fin, la Secretaría de Salud contará con 180 días naturales para establecer los términos, plazos y condiciones del traspaso, que incluye también los recursos materiales, los bienes inmuebles y los derechos y obligaciones del Insabi.
A su vez, el IMSS-Bienestar tendrá 90 días naturales para cambiar el contrato del Fondo de Salud para el Bienestar. Se trata del fideicomiso que heredó los recursos del Fondo para Gastos Catastróficos, una bolsa de dinero que administraba el Seguro Popular para las enfermedades de alto costo.
La junta de gobierno, la dirección general del Insabi, así como sus sesiones y atribuciones quedarán sin efectos.
¿Y los trabajadores del Insabi?
Los trabajadores del Insabi serán transferidos al IMSS-Bienestar o a la Secretaría de Salud y sus derechos laborales deberán respetarse “conforme a la Ley, las condiciones generales de trabajo y la demás normatividad aplicable”.
El diputado del PAN, Éctor Jaime Ramírez Barba, criticó que la reforma fue presentada y aprobada de inmediato, sin diálogo con todos los actores involucrados, pese a que contiene errores y centraliza los servicios de salud.
“Esta propuesta está plagada de errores que, sin duda, conducirán a un aumento en el dolor, sufrimiento y muertes de los mexicanos y mexicanas”, mencionó.
Cambios al Consejo de Salubridad General
La reforma elimina que la presidencia de este organismo se integre, además del presidente de la República y de la persona titular de la Secretaría de Salud, por 13 vocalías.
También reconfigura algunas de sus funciones. El Consejo seguirá a cargo de certificar los establecimientos de atención médica, de elaborar el Compendio Nacional de Insumos para la Salud y determinar qué sustancias se catalogan como estupefacientes.
El Consejo de Salubridad General continuará a cargo de aprobar y publicar las declaratorias de emergencia sanitaria, pero un nuevo Servicio Nacional de Salud Pública ejecutará las acciones previstas en estos casos.