El viernes 25 de abril de 2025, el Vaticano vivió un momento solemne con el cierre del féretro del papa Francisco, tras tres días de capilla ardiente en la basílica de San Pedro, donde más de 250,000 personas rindieron homenaje al pontífice fallecido.
La ceremonia privada fue presidida por el cardenal camarlengo Kevin Farrell, quien, siguiendo el protocolo vaticano, cubrió el rostro del papa con un velo de seda blanca, roció el ataúd con agua bendita y depositó una bolsa que contenía monedas y medallas acuñadas durante su pontificado.
El cierre del féretro marcó el inicio de los preparativos finales para el funeral, programado para el sábado 26 de abril en la plaza de San Pedro. Se espera la asistencia de más de 200,000 personas y representantes de 146 países, incluidos más de 50 jefes de Estado y 10 monarcas.
Posteriormente, el féretro será trasladado en cortejo fúnebre por las calles de Roma hasta la basílica de Santa María la Mayor, donde el papa Francisco será sepultado en una tumba sencilla, conforme a su deseo de humildad.
Este evento histórico refleja el profundo impacto del pontificado de Francisco y la devoción de millones de fieles alrededor del mundo.
