• 22/11/2024
Así se vivió el Coca Cola Flow Fest 2023

Así se vivió el Coca Cola Flow Fest 2023

CIUDAD DE MÉXICO.- Con la noche dueña por completo de la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez en domingo, Tego Calderón apareció en el escenario Sprite. Los años han pasado por el protagonista de la saga Rápidos y Furiosos. Aun así, es escuela de reguetón y valió la espera para tenerlo enfrente, sobre todo esas chicas que lloraron al verlo anoche en la Ciudad de México.

Una gran mayoría de las 96 mil 112 personas que abarrotaron el desenlace del Coca Cola Flow Fest 2023 hicieron el aguante cuando El abayarde sonó, una institución del género junto con No quiere novio y, uno de sus más grandes fans, Nicola Porcella, de La Casa de los Famosos, estaba presente para ver esta histórica presentación que lamentablemente fue recortada a 20 minutos.

En el escenario Coca Cola, ya sin Calderón, Zion & Lennox, la old school del reguetón, fueron la antesala para que Maluma y Ozuna salieran ya entrada la madrugada y las primeras horas del lunes.

De camino al escenario Sprite, para ver a la reina de la Agrícola Oriental, no hizo absolutamente daño quedarse 10 minutitos a cursilear con Jesse Baez. Hey, un poco de R&B latino en medio de tanto bellaqueo, un tremendo oasis para no estar persignando el piso toda la tarde.

Está atardeciendo. Se ve bonito”, dijo el guatemalteco antes de tocar Decile. Su flow, la neta, se sintió como para prender cualquier cosa que hiciera combustión y, así, ya fuera con tabaco o hierba, el ambiente relax se extendió por el escenario que simuló una michelada en su estructura.

Con Jesse se quedó la banda fresa y los fans, con la Bellakath, al Sprite, los más toscos. La poetisa del oriente de la capital traía mucho flow que compartir, así que hubo mucha raza que caminó, con chela en mano, azulitos, miches, bacachos, para encontrarse con la minina.

Pero se hizo del rogar o, generosa, le cedió 10 minutos a su hermana, la DJ Foxy. En la pista se gozaba con La gasolina y los policías chambeaban quitando bolsitas de pisto contrabandeado, cigarros electrónicos y tabacos nuevos. Por fin apareció la villana del Kittyponeo, sólo que con una recepción bastante discreta para lo que se esperaba.

En esta generación, si no hay celulares arriba, aún faltaba prender. La novia del perreo inició con puro flow rasposo: Quiero fumar, Para la gata que quiere un chakal y Tuma. Mucho pretexto pa’embarrar llegó hasta La Gata de la Agrícola Oriental. Ahora sí, bellaqueo del sucio empezó en la pista, desde Minina hasta Pekorita Love.

Como de barril la minina es, el sonidero quinceañero salió y también los pasos tercos. Para este momento, su set era como para cerrar la calle y acabar en el suelo. ¿Quién haría una rola llamada Lluvia de micheladas? Obvio la villana del mexatón. Realmente, Bellakath sólo afinó lo más que pudo los primeros versos para acorrientarlos poco a poco.

¿Cómo? Obvio con Reggaetón Champagne. La poseedora de la estrofa más viral de fin del 2023 y reforzada con la prosa chalera del rey del morbo, el mismísimo Dani Flow. Aquí sí aparecieron los celulares y las coreografías del TikTok para cantar: “Y ahora un poema: qué bonitos ojos tienes, quiero chuparte el p#ne…”. Ésa fue la presentación de Bellakath y la rola que, por mucho, ha rebasado el hit de Gatita, la bigotona que le gusta el mambo.

Fin. Todos contentos con sus videos pa’ subirlos a redes sociales, todos al principal para ver a Quevedo, pero de fondo, las mujeres se retiraron cantando: “De noche, de día, ¡arriba la putería!”. Con dos frases ya mencionadas se puede resumir el show de la hija pródiga de Oriente, la licenciada Bellakath.

El argentino dio durante la semana uno de los shows más comentados entre la gente que llegó al evento más faltoso del año y, afortunadamente, las barras de Quevedo trajeron más tranqulidad después de lo ñero. Pero, bueno, como la gatita dice, es responsabilidad de cada quien dejar o no escuchar esa música a los niños. Y, la verdad, en Bellakath abundaban chiquillos bellacos.

Y lo mejor fue la Sesión 52 que hace con Bizarrap, mejor conocida como Quédate. Todos de pie, grabando, con chelita en mano. Si algo se debe aplaudir a la fanaticada de esta edición, que fue de chacalitos de barrio a chacafresas, fue que no hubo nada de malacopismo.

Se aguantaron muchos a Manuel Turizo y hubo un poco más de rolitas comerciales, por ejemplo, el cover de Desconocidos, original de Mau y Ricky. Detrás, en el Sprite, Ryan Castro estaba rompiéndola con Jordan y Quema, ésta, que canta con Peso Pluma. Para efectos prácticos, había un pasillo que permitía a los fans tener a todos contentos entre rolas.

Si Vagabundo, de Turizo, no gustaba, pues había chance de moverse a a algo más street con Niña de mis sueños. Para este momento, el frío azotó el Autódromo, la Corona se agotó y la raza rica, los que se colocaron en el Citibanamex Plus y El Club, ya tenían las suites completamente llenas.

En el fondo, la rueda de la fortuna Arácnida sin parar y brindando cuando escucharon De lunes a lunes, la colaboración que el parcero hace con Grupo Frontera. Un poco temprano, ¿no? Porque la borrachera aún no llegaba, quizás, aguardaba todo para el gran final. Como sea, se agradecía que una mayoría controló su pedita y vaya que era monumental, porque las torres de vasos los evidenciaron.

Manuel Turizo hizo gala de rolas más comerciales como Desconocidos y Vagabundo.

La nota desafortunada fue que el colombiano detuvo La bachata por un desmayado. “Por favor, traigan una camilla”, dijo. La gente se abrió para que la atención ingresara y, tras tres minutos de pausa, reanudó y cerró su set con El merengue.

El primer invitado sorpresa fue Marshmello. Anunciado y esperado, sí, pero no que iba a prender a todos con un remix de Ella baila sola, de Peso Pluma, con un sample de Nirvana. El hombre malvavisco lo hizo y hasta con Manuel Turizo como invitado para El merengue y, de inmediato, con el cantante de Fuerza Regida, Jesús Ortiz, para Harley Quinn.

Lastimosa la reacción de la gente eso sí, cero emoción de tener a un productor que ama la música latina como lo hace Steve Aoki. En fin, quizá pertenece más al EDC. ¿Presagio para el anuncio del cartel? Puede que lo sea. 15 minutos se fueron rápido y dejaron todo puesto para el Dukón y Dani Flow.

Antes, Michael G., RMAND, Sandro Malandro y Yeho hicieron los honores de abrir las puertas a todos los fans que arribaron megafrescos a despedir el festival que, por fortuna, tuvo ausencia de sol, aunque el clima frío arruinó el mood bellaquero de muchas damas y caballeros que llegaron con la menor ropa posible.

Duki tuvo un abandono masivo, porque muchas personas se fueron a la tarima michelada pa’ver al Rey del Morbo. Hay gustos para todo. El argentino inició con Rockstar, una rola bastante hardcore para la gente que no está familiarizada con el underground de las plazas bonaerenses.

También, el mal sonido, muy tronado y saturado, hizo que su presentación tuviera un poco de menos de afluencia. Sin embargo, tuvo la mejor interpretación en vivo y sin ayuda de autotune o playback. Al final, el pibe se formó en el freestyle y tiene una escuela callejera que en Goteo se sintió poderoso.

Barra tras barra, Dukón hizo que valiera la pena su setlist. De hecho, su poderío vocal se escuchaba hasta la participación de la española Lola Índigo. Ésta detuvo un rato su presentación para ayudar a otra persona desmayada. Por consecuencia, Danny Flow ya iba retrasado por más de 10 minutos. La gente, ya borracha e inoportuna, soltó rechiflas a la amiga de Belinda. “Pero me chupa un huevo lo que digan” y cedió el terreno al Rey del Morbo.

Danny Flow subió al escenario con un traje y su bufanda del Rebaño Sagrado, un originario de Irapuato con el corazón rojiblanco y no fresero. “El reguetón mexicano es uno mismo”, gritó. Con Qué rollito primavera ya dejó ver que su set iba a ser de puro sexo explícito y, mientras cantaba, varios vatos entre el público repetían el estribillo “martillazo en el ano” y las morras, también. No había ofensa alguna y mucho menos cuando todo mundo esperaba Las que no tienen papá.

Justo en este momento llegó la desbandada, porque el segundo acto sorpresa fue Kenia Os con La Factoría. Los Keninis salieron corriendo para verla en acción y valió la pena. Sin embargo, para este momento de la noche, quienes escucharon Todavía me acuerdo de ti ya no lograron el cierre de Dani Flow, pero así es el festival y en el Flow Fest no fue la excepción.

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