La Diócesis de Ciudad Victoria, en el estado de Tamaulipas, realizó este viernes una marcha por la paz que aqueja tanto local como nacionalmente.
En punto de las 19:00 horas grupos de catequistas, sacerdotes y feligreses iniciaron su camino desde la basílica “Nuestra Señora del Refugio” y terminaron en el Santuario “Virgen de Guadalupe” ubicado a 8 kilómetros al sur del punto donde empezó la marcha.
Oscar Tamez Villarreal Obispo de la capital del estado expresó que la iglesia no está de acuerdo de que la inseguridad se resuelva con violencia.
“La violencia genera más violencia, pero hay que ser conscientes. Debemos de ser conscientes que somos generadores de paz”.
Aceptó que hay avances en el tema contra la inseguridad, pero lamentó que aun así siguen dándose casos contra la iglesia.
“Sí ha habido avances, pero ha habido incidentes, está el caso del sacerdote que fue atacado en Guerrero y los jesuitas y pues bueno, hemos vivido diferentes testigos de diferentes acciones de violencia”.
Una hora más tarde en el santuario, brindó una misa en la que pidió paz y consolación para aquellos que de alguna manera perdieron a su ser querido.
Patricia González acudió al llamado de la iglesia para pedir paz y tocar el corazón de los que hacen daño.
“Para orar y que Dios toque los corazones que hacen daño y pedir por todas las personas que han perdido un familiar y que no saben de ellos. Toda la sociedad tiene que estar unida en oración”, señaló.
Este 3 de agosto se cumplen 9 años en que el albañil Juan Domínguez Ruiz fue asesinado en Ciudad Victoria y hasta el momento sigue impune denunció su esposa María del Socorro Núñez.
“A él lo mataron en su trabajo, lo asaltaron, va a hacer 9 años el 3 de agosto, no pusimos demanda, lo dejamos a la voluntad de Dios”.
Dijo que no denunció los hechos al tener duda que la policía hiciera justicia.
“No hicimos nada por eso es que andamos en la caminata por la paz, para que no haya personas asesinada”.
Gloria, integrante de las Damas Voluntarias de la Catedral invitó a la gente a depositar en la urna el nombre de su familiar que desapareció o fue víctima de la violencia para que dentro de la misa se pidiera por su descanso o aparición.
“Aquí estamos anotando las intenciones de todas las personas que han perdido la vida por la violencia. Aquí lo pueden hacer y vamos a seguir pidiendo mucho”.
