MÉRIDA.- Autoridades sanitarias confirmaron la presencia del gusano barrenador del ganado en la ciudad de Mérida, Yucatán. El primer caso fue detectado en una perrita llamada Dalila, marcando un hecho de relevancia epidemiológica para la región.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), confirmó que una mascota doméstica en Mérida presentó una infección activa por Cochliomyia hominivorax, conocido como gusano barrenador del ganado. Se trata de una hembra canina de nombre Dalila, de aproximadamente seis años de edad, que fue llevada a consulta veterinaria por una herida en la espalda que no cicatrizaba.
Tras la revisión, se descubrió que la lesión estaba infestada por larvas. Las muestras recolectadas fueron enviadas al Centro Nacional de Referencia en Parasitología Animal y Tecnología Analítica (Cenapa), donde se confirmó la presencia del parásito.
De inmediato, el equipo veterinario aplicó tratamiento con negasunt tópico al 3%, una inyección subcutánea de ivermectina al 1% y un baño por aspersión con cipermetrina y clorpirifos para erradicar por completo a las larvas y evitar una posible propagación.
Este hallazgo se suma a otros seis casos registrados en el estado entre marzo y abril de este año: cuatro bovinos, un ovino y un perro, localizados en los municipios de Tzucacab y Halachó. Como medida preventiva, se activaron restricciones de movilidad animal, además de una vigilancia epidemiológica permanente en toda la entidad.
El gusano barrenador representa una grave amenaza para animales de sangre caliente. La hembra del insecto deposita sus huevos en heridas abiertas, donde las larvas se alimentan del tejido vivo del huésped, provocando una condición conocida como miasis, que puede llegar a ser letal si no se atiende oportunamente.
Las autoridades exhortaron a la población a mantenerse alerta ante heridas no cicatrizantes en sus mascotas o animales de granja, y a reportar cualquier caso sospechoso. La detección oportuna es clave para evitar un brote regional de esta plaga, cuya erradicación en México había sido lograda en décadas pasadas.