Un estudio reciente publicado en la revista Nature Cities ha revelado que las 28 ciudades más pobladas de Estados Unidos están experimentando un hundimiento progresivo del terreno, conocido como subsidencia. Este fenómeno afecta a más de 33.8 millones de personas, aproximadamente el 10% de la población del país, y compromete al menos el 20% de la superficie urbana en estas metrópolis.
Ciudades más afectadas
Entre las urbes con mayores tasas de hundimiento se encuentran Nueva York, Los Ángeles, Houston, Dallas, Washington D.C. y Columbus, con descensos superiores a 3 milímetros por año. En algunas áreas de Los Ángeles, Houston, Dallas y Fort Worth, el hundimiento supera los 5 milímetros anuales. Ocho ciudades —Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Phoenix, Houston, Filadelfia, San Antonio y Dallas— concentran más del 60% de la población expuesta a este fenómeno.
Causas del hundimiento
El estudio identifica tanto factores naturales como actividades humanas como responsables de la subsidencia. Entre las causas naturales se incluyen:
Ajuste Isostático Glacial (IAG): Elevación o hundimiento del terreno debido al derretimiento de glaciares, afectando ciudades como Nueva York, Filadelfia, Denver, Chicago y Detroit.
Actividad tectónica: Movimientos de placas que influyen en la deformación del terreno, especialmente en la costa oeste, incluyendo Seattle, Portland y San Francisco.
Compactación natural y oxidación de turba: Procesos geológicos que contribuyen al descenso del suelo.
Entre las actividades humanas destacan:
Extracción de agua subterránea: La sobreexplotación de acuíferos provoca la compactación del suelo.
Extracción de gas y petróleo: La remoción de estos recursos puede desestabilizar el terreno.
Construcción de diques y presas: Estas infraestructuras alteran la deposición natural de sedimentos, afectando la estabilidad del suelo.
Implicaciones y riesgos
El hundimiento del terreno incrementa el riesgo de daños en infraestructuras críticas como edificios, puentes y carreteras. Además, agrava la amenaza de inundaciones, especialmente en zonas costeras, al combinarse con el aumento del nivel del mar. Ciudades como Charleston, por ejemplo, están considerando la construcción de barreras marinas para protegerse de las marejadas ciclónicas.
Medidas de mitigación
Los expertos sugieren implementar estrategias como:
- Monitoreo satelital: Utilizar tecnologías de radar para detectar y seguir los cambios en el terreno.
- Gestión sostenible de recursos: Regular la extracción de agua y recursos naturales para evitar la sobreexplotación.
- Infraestructura resiliente: Diseñar y construir edificaciones que puedan adaptarse o resistir los efectos del hundimiento.