Elvis Presley tenía 42 años cuando fue encontrado muerto por su novia Ginger Alden, solo en el baño de su casa. El rey del rock and roll dejó este mundo hace 45 años atrás y todavía es recordado como un histórico ícono musical.
Amado por millones alrededor del mundo, la soledad encabezó gran parte de su vida, incluso el final. No sólo su voz logró conquistar al público, sino también su sensualidad y carisma sobre el escenario, cambiando por completo la música moderna.
Ascendió muy joven, cayó igual de rápido. Su decadencia, a la vista de todo el mundo, terminó destrozando su vida y llevándolo a una prematura muerte en soledad.
Corría la tarde del 16 de agosto de 1977 cuando Ginger despertó en soledad en la cama que compartía con su novio, 20 años mayor. Lo llamó desde su lugar, pero no obtuvo respuesta.
Camino había el lujoso baño de la histórica Mansión de Memphis, donde encontró a su pareja acostado en el suelo sobre su propio vómito. Lo movió, golpeó su espalda, la impresión se había apoderado por completo de ella.
Los guardias de seguridad llegaron tras su llamado desesperado, era imposible mover aquellos 130 kilogramos por sí sola. A pesar de que la ambulancia llegó 10 minutos después, nada había para hacer.
Elvis había muerto y a su alrededor, su padre Vernon se despedía con un llanto desesperado. Su hija de 9 años, Lisa Marie, lo observaba con los ojos llenos de lágrimas. El rey había muerto.
El ícono convertido en leyenda
A pesar de que los excesos lo llevaron a un desastroso final, Elvis fue todo un suceso incomparable. Con su carisma, sus icónicos bailes y una voz que prácticamente te llevaba al cielo, Elvis conquistó por completo al mundo.
Las mujeres caían a sus pies, los hombres encontraron a alguien a quien valía la pena imitar. Así como también los músicos encontraron una figura referente del género y la música de la época.
Nació en Mississippi el 8 de enero de 1935, aunque su mudanza a Memphis en la adolescencia fue determinante. Allí conoció la música afro, haciéndola propia y generando polémica siendo un género que no correspondía a su escala social ni apariencia. Aunque nada lo detuvo.
Antes de cumplir los 20 años, ya estaba comenzando su carrera profesional con fuertes influencias de blues, jazz y country. A sus 21 años se registró su primera canción grabada “Heartbreak Hotel”, éxito rotundo bajo la representación del Coronel Tom Parker, figura fundamental de su historia.
El mundo cayó rendido a sus pies en las décadas de los 50 y 60’. Ya no era sólo su voz, era su baile casi pornográfico, su estilo y su carisma los que se apoderaban de aquel músico con sueños ambiciosos.
De la gloria a la caída de Elvis Presley
No es novedad que Elvis era, prácticamente, un adicto a múltiples cosas. No sólo sustancias, sino también medicamentos, mujeres y comida. La fama, y su representante, lo empujaron a caer en picada a medida que su carrera ascendía.
Se conoce que, en sus últimos años, llegó a ingerir más de 10 mil calorías por día e ingerir litros de gaseosas. A ello se suma la cantidad de medicamentos que ingería por día, recetados por su médico.
Al momento de su muerte, se supo que su médico personal le prescribió más de 8 mil pastillas en el último año de vida. En el cuerpo del cantante se encontraron restos de 14 medicamentos distintos, 10 de ellos en dosis excesivas.
Se adjudicó su muerte a una arritmia, otros declararon que se trató de una constipación debido a su dieta criminal y excesos.
Su padre, Vernon, estableció que la autopsia se hiciera conocida a los 50 años de su fallecimiento, por lo que aún queda un largo tramo que esperar para saberlo con certeza.
