JALISCO.- Tras más de 24 horas sin saber su paradero, el periodista Jaime Barrera Rodríguez fue hallado con vida la madrugada de este viernes 13 de marzo, así lo confirmó su hija a través de redes sociales.
“Mi papá, ya está con nosotros. Mi corazón sabía que siempre regresa a casa. Gracias a todas y a todos. Gracias gracias”, publicó Itzul Barrera en su cuenta de X (antes Twitter.
La también política afín a Morena no dio más detalles sobre cómo ni dónde fue encontrado el comunicador; así como las condiciones en las que se encuentra el también conductor de Televisa. Según fuentes castrenses, elementos de la Guardia Nacional lo rescataron en un operativo de rescate desplegado en la región de Magdalena.
A través de las redes sociales ya han comenzado a circular un par de fotografías en donde se ve al comunicador reunido con su familia. En las imágenes se ve al profesional vistiendo un traje.
Se desconoce si hay personas detenidas por el secuestro de Barrera Rodríguez, quien fue levantado por tres o cuatro hombres cuando salió de su programa de radio hace dos días. Por lo mismo, aún se desconoce cuál habría sido el motivo detrás de la privación de la libertad, así como quiénes están detrás de esta “orden”, aunque se espera que en el transcurso de las horas las autoridades den más información.
Sólo la Fiscalía General del Estado de Jalisco confirmó el hallazgo con vida del comunicador Jaime Barrera y afirmó que se encuentra en buen estado de salud. Asimismo, precisó que continuarán las investigaciones de gabinete y de campo para dar con los responsables.
Barrera, de 56 años, había desaparecido en circunstancias alarmantes el lunes por la tarde, después de salir del edificio de la emisora donde trabajaba, en la ciudad de Guadalajara, la capital del estado.
El fiscal estatal, Luis Joaquín Méndez, reportó que la investigación preliminar sugería que Barrera fue abordado y privado de su libertad de manera violenta por un grupo de entre tres a cuatro individuos, justo al momento en que se dirigía hacia su vehículo.
Según testigos en el lugar de los hechos, al menos uno de los agresores estaba armado con un arma larga. Este acto de violencia provocó una inmediata movilización de recursos para su búsqueda y localización, aunque los detalles específicos del secuestro se mantuvieron bajo reserva para proteger la integridad de Barrera y la eficacia de la investigación.
La familia del periodista indicó a las autoridades que Barrera no había recibido amenazas previas ni había reportado problemas relacionados con su labor periodística. Itzul Barrera, hija del periodista y activa en la política local, aseguró que tanto ella como su padre no habían sido objeto de intimidaciones por sus actividades.
Cabe destacar que, al momento de su secuestro, el comunicador no llevaba consigo su teléfono móvil, complicando los esfuerzos iniciales por rastrear su paradero mediante medios tecnológicos. Ese mismo día el vehículo de Barrera fue hallado horas más tarde en una zona residencial, sin daños visibles ni rastros de sangre que indicaran un enfrentamiento o resistencia.
La desaparición de Barrera movilizó no solo a las autoridades sino también a la comunidad periodística y a la sociedad civil. Alrededor de 200 personas, incluyendo familiares del periodista y colegas del gremio, se congregaron en la Plaza Liberación de Guadalajara para demandar la localización con vida de Barrera, expresando su dolor y su firme determinación de exigir justicia.
Organizaciones internacionales como Reporteros Sin Fronteras y la Sociedad Interamericana de Prensa expresaron su profunda preocupación por el caso e hicieron un llamado urgente a las autoridades para redoblar los esfuerzos en la búsqueda del periodista, enfatizando la necesidad de garantizar la seguridad de su familia.
Jaime Barrera es una figura prominente en el periodismo de Jalisco, conocido por su trabajo como conductor de noticias en un canal local de Televisa, además de ser un comentarista en un programa de opinión política y columnista para el diario El Informador.
Su caso resalta la peligrosa situación que enfrentan los periodistas en México, donde, según Reporteros Sin Fronteras, al menos 150 periodistas han sido asesinados y 31 están desaparecidos desde el año 2000, lo que coloca al país como uno de los más riesgosos para ejercer el periodismo. La libertad de expresión continúa bajo amenaza por la violencia y la estigmatización hacia los periodistas, un recordatorio de los peligros que enfrenta la prensa en regiones conflictivas.