CIUDAD DE MÉXICO.- El tema de migratorio se ha convertido en una problemática constante en el país, no solo en las zonas fronterizas, sino también en los destinos turísticos.
Tal situación afecta la imagen del destino y el turismo en general, ya que pese a la implementación de nuevas tecnologías en los filtros y protocolos migratorios, sigue siendo un obstáculo, pues los turistas enfrentan revisiones arbitrarias y falta de claridad en los criterios de ingreso.
Por tal razón, la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres ha optado por reembolsar el hospedaje a los viajeros que son devueltos por las autoridades migratorias al llegar al aeropuerto, una medida que se realiza “por dignidad y por vergüenza”, aunque debería ser el Instituto Nacional de Migración (INM) quien asumiera el costo, dijo Jesús Almaguer Salazar, titular del organismo, a medios locales.
“Reembolsamos a los turistas que no pueden llegar porque Migración los detiene. Ojalá ellos pagaran, ya que reciben una buena cantidad de dinero con el DNR (Derecho de No Residente). Nos cuesta porque se afecta la operación, las nóminas y todo el sector”, expresó.
De igual modo instó a que el gobierno Federal haga algo al respecto, “Urge que la federación tome cartas en el asunto y se de cuenta de lo que significa el turismo para el país”, y evidenció que en los aeropuertos de Estados Unidos, la entrada es más ágil gracias al reconocimiento facial, “sin necesidad de agentes migratorios interfiriendo en cada caso”.
Por si fuera poco, al referirse al tema de la ocupación hotelera por la temporada de spring breakers, el representante hotelero reconoció que hubo una disminución en la afluencia de jóvenes estadounidenses no ha sido igual a la de otros años, “anteriormente Cancún recibía hasta 90 mil de turistas, pero las cifras actuales están muy lejos de ese número, lo que supone ser otro indicador de la afectación al turismo en el Caribe Mexicano.
La percepción internacional en torno al manejo de temas migratorios podría impactar negativamente en el futuro del turismo, el cual se complica al considerar que el sector ya enfrenta problemas como la pérdida de reservas, que se atribuye, en parte, a la inacción gubernamental en este ámbito.
Desde la perspectiva de la industria, la falta de medidas claras y eficaces no solo afecta su funcionamiento inmediato, sino que también pone en peligro la llegada de turistas a largo plazo, un aspecto clave para la economía dependiente del turismo. Es válido decir que en el 2023 se reportaron 50 millones de dólares de derrama económica, cifra que para éste año se ve lejana de alcanzar.