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Jaime Camil no soportó y explota contra “La Academia”

CIUDAD DE MÉXICO.- La noche del domingo se transmitió el primer concierto de la decimocuarta generación de “La Academia”, en el cual, los problemas de producción quedaron evidenciados.

Además de los notables percances con el audio y la imagen durante el programa, el mismísimo conductor, el actor mexicano Jaime Camil, se expresó muy mal de la producción, sin notar que su micrófono continuaba encendido al concluir el programa.

Los problemas comenzaron desde el principio, pues una gran cantidad de televidentes mostró su molestia por la interrupción abrupta de la final de “MasterChef Celebrity”, pues los horarios entre uno y otro programa casi empataban.

Los seguidores del programa de cocina lamentaron que no se le diera suficiente tiempo en pantalla al triunfo de Rossana Nájera y aseguraron que preferían disfrutar la última transmisión del reality de cocina que comenzar a ver “La Academia”.

“A nadie le interesa el inicio de ´La Academia´, mínimo hubieran dejado el testimonio de Rossana, de cómo se sentía”, expresó una usuaria.

Pero, ya entrada la emisión del concurso musical, quedó evidenciado que la producción presentó algunos problemas, pues más en una ocasión fue notorio que no podían coordinarse con Camil que, nervioso, trataba de improvisar haciendo uno de otro comentario recargado de comicidad.

Sin embargo, los tropiezos fueron aumentando con el transcurso de la noche, a tal grado que, luego de que el actor anunciara que las participantes Fátima Cuevas y Vetzaida Marily eran las primeras eliminadas del reality, reconoció ante el público los problemas que estaban presentado.

“Televisión en vivo, es complicado, si ustedes creen que yo estoy aquí batallando, deberían escuchar cómo están en la cabina, o sea… están como palomillas, volando a la luz”, expresó.

Y aunque el comentario lo hizo acompañado de risas, en el momento que el programa acabó y ya había, frente a la pantalla, un comercial que concluiría con la transmisión, los errores volvieron a hacerse presentes, pues se pudo escuchar lo que Camil dijo fuera de cámaras, como si su micrófono siguiera encendido.