• 28/03/2024
  • Cancún, Quintana Roo, México

Le negaron un aborto pese a que podía morir en 48 horas

Le negaron un aborto pese a que podía morir en 48 horas

La turista estadounidense Andrea Prudente pasó días de terror después de que en la isla europea de Malta le negaran el aborto que requería para salvar su vida tras haber sufrido un desprendimiento de placenta que hacía su embarazo inviable.

“Estaba aterrorizada”, le dijo a la agencia AFP Jay Weeldreyer, pareja de Prudente, desde un hospital en Malta. “Se siente como un castigo cruel e inusual contra una mujer inocente”.

La pareja, originaria de Seattle (Washington), estaba de vacaciones en la isla-estado mediterránea cuando Prudente, embarazada de 16 semanas, acudió a un hospital con una fuerte hemorragia.

El feto resultó estar bien pero uno o dos días más tarde Prudente rompió aguas. Entonces, un ultrasonido mostró que había tenido un desprendimiento parcial de placenta.

Les pidieron regresar en otras 48 horas, cuando otro ultrasonido confirmó que había perdido el líquido amniótico con lo que, aunque el corazón del feto continuaba latiendo, el embarazo ya era inviable.

Pese al riesgo para la vida de la madre que la situación suponía, el veto total al aborto que rige en Malta hizo que los doctores se negaran a intervenir mientras el feto continuara teniendo pulso o la mujer sufriera una infección.

Ahí la pareja comenzó una angustiosa espera en la que necesitaban que el corazón del feto dejara de latir para que los médicos salvaran la vida de la madre. Si la salud de la mujer se llega a deteriorar, como era de esperar, y un médico que hubiera optado por intervenir se arriesgaba a cuatro años de prisión.

Finalmente, la mujer fue evacuada a España, donde llegó el pasado jueves para ser intervenida.

“Debería darles vergüenza”
Malta, de mayoría católica, es el único país de la Unión Europea donde rige una prohibición total de la interrupción del embarazo, incluso cuando el feto no tiene posibilidades de sobrevivir, como es el caso de Prudente.

La ONG Médicos por el Derecho a Elegir en Malta le dijo a AFP que temía que el de Prudente fuera una repetición del caso de la muerte en Irlanda en 2012 de una mujer de 31 años a la que le negaron tratamiento tras haber tenido un aborto espontáneo. El caso llevó a un cambio en la ley.

Prudente y Weeldreyer lamentaron que al sufrimiento por perder a su bebé, además tuvieran que enfrentar unas leyes que consideran inhumanas.

“A veces me alegra ver que el corazón de esta pequeña luchadora sigue latiendo, pero luego la realidad me golpea y me doy cuenta de que no importa cuán luchadora sea, no tiene ninguna posibilidad de conseguirlo”, dice Weeldreyer.

“Tienes que ser alguien muy insensible para mantenerse en esta postura. Creo que debería darles vergüenza”.

Ante el riesgo creciente para la vida de la madre, la familia de la pareja se puso a buscar la posibilidad de abandonar la isla. Reino Unido fue la primera opción que barajaron, pero se descartó porque estaba demasiado lejos.

Tras recibir los permisos necesarios, también de su seguro de salud, finalmente optaron por España.

Eso sí, Médicos por el Derecho a Elegir recuerda que las mujeres maltesas no tiene la opción de salir de un país cuya situación en este asunto se antoja insostenible.

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