CIUDAD DE MÉXICO.- Luego de que los intensos calores y la prolongada sequía por la que atraviesa el país, la recuperación de algunas de las presas que abastece a la población de los estados gracias a las lluvias que se han presentado estos últimos dos meses es una excelente noticia.
Y es que algunas de estas presas, de tener números históricamente bajos, han podido aumentar su almacenamiento gracias a las precipitaciones que se han registrado en el centro del país, algunas gracias a los temporales que han pasado por las costas mexicanas.
Este es el caso de los embalses del Estado de México, los cuales han registrado un incremento significativo gracias a las lluvias, logrando incluso que algunas de las presas llegaran al 100 por ciento de su almacenamiento.
Es el caso de la presa Madín, ubicada en el municipio de Atizapán, la cual de acuerdo al Sistema de Monitoreo de Presas de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) tiene un llenado del 105 por ciento de su capacidad.
Le siguen las presas de Guadalupe, ubicada en en Cuautitlán Izcalli, y de Tepetitlán, las cuales tienen un 58 por ciento de su capacidad; el embalse de La Gavia se encuentra en un 57 por ciento.
Por su parte, las presas de Taxhimoy cuenta con el 53 por ciento de su capacidad; la presa de El Salto (o Isla de las Aves) tiene un 47 por ciento; El Molino, con 45 por ciento y La Concepción, con 43 por ciento.
Dos de los embalses más importantes del Sistema Cutzamala, encargado de proporcionar agua potable a una gran parte de la población de la zona conurbada del Valle de México (que abarca la Ciudad de México y el EdoMex) se encuentra en territorio mexiquense, y pese a que las lluvias también las han beneficiado, no han sido suficientes para que su llenado sea de gran volumen.
Hablamos de las presas de Villa Victoria y de Valle de Bravo, las cuales tienen sus niveles de líquido a un 24 y un 30 por ciento de capacidad respectivamente. Aunque sí ha incrementado la cantidad de agua que ha entrado a estos embalses, expertos aseguran que no es suficiente para considerar que estos cuerpos de agua se encuentran en buen nivel.
Pese a las intensas lluvias, las presas que son parte del Sistema Cutzamala no logran recuperarse del todo REUTERS/Paola Garcia
Otras presas del EdoMex que están en esos números son la de Danxho, con un 35 por ciento de su capacidad; San Bernabé cuenta con un 33 por ciento, y la de Ñandó, con un 30 por ciento de su capacidad.
La única presa que pareciera no ha sido beneficiada por las lluvias ha sido la de Huapango, ubicada entre los municipios de Acambay y Jilotepec, ya que su llenado solo es del 5 por ciento de su capacidad, lo que provoca una enorme crisis hídrica en los 5 municipios que la comparten.
La falta de agua en esta presa de uso agrícola ha golpeado principalmente a agricultores de la zona norponiente que dependen del agua de riego. En Mayo del 2022, la prensa local registraba que esta presa se encontraba operando al 2 por ciento de su capacidad, afectando a los municipios que debería beneficiar, los cuales son Acambay, Jilotepec, Polotitlán, Timilpan y Aculco. En total, su capacidad es de 121 hm³.
En este contexto de sequía, en mayo de este año La Jornada Estado de México reportó que ya se había reportado que en Aculco, la cascada conocida como Tixhinú, se había secado por primera vez, desapareciendo así un enorme atractivo ecoturístico de la región, además de otras afecciones medioambientales que aquello implica.
Se espera que en esta temporada de lluvias los embalses y diversos cuerpos de agua continúen llenándose, para así recuperar un poco de lo que la sequía y la sobreexplotación de cuerpos de agua se ha llevado.
