CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, atribuyó este martes a “factores externos” y a “desinformación” de los analistas la caída del peso y la bolsa el lunes por las elecciones, en las que el oficialismo ganó la presidencia y las mayorías en el Congreso.
Factores externos también, esto sucede en Estados Unidos y en otros mercados y también volvemos a lo mismo, como hay mucha desinformación, ellos se sorprenden.
Su declaración se produce tras un “lunes negro” en los mercados después de las elecciones en México, donde la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se desplomó un 6,11 %, su peor caída desde la pandemia de covid-19 en marzo de 2020, y el peso mexicano se depreció un 4,36 % ante el dólar al intercambiarse en 17,71.
Analistas anticipaban la victoria de la candidata presidencial del oficialismo, Claudia Sheinbaum, quien ganó con casi 60% de los votos, pero no preveían que su alianza de partidos obtuviera una mayoría calificada, de dos tercios, en el Congreso, con lo que puede reformar la Constitución sin negociar con la oposición.
López Obrador opinó que los expertos financieros se “sorprendieron” por leer medios como The Wall Street Journal, The New York Times, Bloomberg y el Financial Times.
“Dicen: ‘Es que no teníamos contemplado que fuera tanto, que pudiese la coalición que está apoyando el proceso de transformación en México tener mayoría calificada. ¿Y dónde está la información? ¿Qué no estaban viendo encuestas? ¿Qué no estaban recogiendo los sentimientos del pueblo? ¿Quiénes son sus analistas?”, dijo el mandatario.
Defendió que los resultados electorales se explican porque le “ha ido bien a la inmensa mayoría de los mexicanos, ha aumentado el salario, hay trabajo como no sucedía en mucho tiempo, hay estabilidad económica, está llegando inversión extranjera” y “la gente está saliendo de la pobreza”.
El mandatario prometió que habrá estabilidad económica al recordar que el secretario de Hacienda de su Gobierno, Rogelio Ramírez de la O, también estará en el gabinete de Sheinbaum, quien asumirá el cargo el próximo 1 de octubre.
“(Diría) que ya va a normalizarse todo, que hay mucha responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas y que la economía de México es sólida y no va a cambiar la política económica que hemos venido aplicando y que ha dado muy buenos resultados”, sostuvo.
Entre las iniciativas constitucionales que causan nerviosismo están la reforma al Poder Judicial para elegir por voto popular a jueces y a la Suprema Corte, una modificación al sistema electoral, cambios en las pensiones, y la eliminación de reguladores autónomos.