A Lourdes Maldonado la asesinaron frente a su casa, el lugar donde pidió al Mecanismo de Protección que la cuidara
“Temo por mi vida”.
Fruto de un pleito laboral con una televisora propiedad de Jaime Bonilla, quien fuera gobernador de Baja California, la periodista Lourdes Maldonado sentía que su vida corría serio peligro. Así lo manifestó en múltiples ocasiones en privado con sus compañeros del gremio, como en público, como aquella vez en marzo de 2019 en la que viajó de Tijuana a la Ciudad de México para presentarse ante el presidente López Obrador.
“Temo por mi vida”, le insistió la periodista de 68 años al mandatario durante aquella conferencia del 26 de marzo de 2019, en la que le pidió ayuda ante cientos de cámaras de televisión para defenderse de las amenazas que, denunciaba, estaba recibiendo fruto del laudo laboral que desde hacía seis años mantenía con la televisora de Bonilla, uno de los alfiles de Morena en Baja California, que poco después de esa conferencia, en junio de ese 2019, se convirtió en el gobernador del estado.
En aquella ocasión, López Obrador la escuchó atento, con el gesto serio, y en silencio, para luego comprometerse a darle seguimiento a su caso por medio de Jesús Ramírez, su vocero.
Lourdes regresó ese día satisfecha a Tijuana.
Pero, tiempo después, las amenazas regresaron y con estas el temor de la comunicadora a sufrir un atentado.
Sonia de Anda, consejera del Sistema Estatal de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas de Baja California, conocía desde hace 8 años a Lourdes, a quien describe como una “periodista aguerrida, incómoda y con un estilo de confrontación directo” que había desarrollado durante una dilatada carrera que comenzó como corresponsal de Jacobo Zabludovsky, y que luego se fue desarrollando en Televisa Tijuana, y en múltiples radios y televisoras estatales donde comenzó a darse a conocer como reportera de la fuente política.
En entrevista con Animal Político, Sonia cuenta que a inicios de 2021 Lourdes se dirigió con ella para contarle que unos desconocidos habían lanzado algo contra el cristal trasero de su coche que quedó hecho añicos. Al principio, la veterana periodista pensó que se lo habían golpeado con una piedra, pero, inquieta con el suceso, le pidió a sus vecinos que la dejaran revisar las cámaras de video que estos tenían afuera de sus domicilios.
“Ahí se dio cuenta de que no fue una pedrada lo que rompió el cristal de su coche, sino un balazo”, cuenta Sonia de Anda, que también es integrante del colectivo Yo sí soy Periodista.
A partir de este suceso, De Anda dice que dio vista al Mecanismo Estatal de Protección a Periodistas para incorporar de inmediato a Lourdes.
“Se le otorgaron medidas precautorias, entre estas un botón de pánico, recorridos policiacos por su domicilio durante la noche, y el acompañamiento de una patrulla estatal cuando ella llegaba a su casa. Porque ella recalcaba mucho que el momento en el que se sentía más vulnerable era ese precisamente, cuando llegaba a su casa en el coche y se bajaba del carro para acceder a su vivienda”, expone De Anda, que señala que en los ocho meses siguientes se le volvió a preguntar en dos ocasiones a Lourdes si quería continuar con estas medidas de protección, a lo que ella respondió en ambas que sí, puesto que aun no se sentía segura.
“El protocolo de protección terminaba ahora en febrero… Pero, por desgracia, Lourdes yo no llegó a ratificarlo”, lamenta De Anda, que señala que, a la par de las medidas del Mecanismo estatal de Protección, la periodista también estaba inscrita en el Mecanismo a nivel federal de la Secretaría de Gobernación.
Sin embargo, en la conferencia mañanera de este martes 25, el presidente López Obrador dijo que Maldonado no estaba registrada en el Mecanismo Federal, solo en el estatal, mientras que la Unidad de Defensa de Derechos Humanos de la Segob, de donde depende el Mecanismo federal, también dijo a este medio que la comunicadora no estaba inscrita en dicho Mecanismo federal.
Aun así, lo cierto es que el Estado no la protegió.
A las 18 con 20 minutos de la tarde del domingo 24 de enero, tan solo dos días después de haber asistido a la vigilia convocada el viernes pasado en honor a su compañero fotoperiodista Margarito Martínez, asesinado también en Tijuana tan solo siete días antes, Lourdes Maldonado fue hallada en su vehículo muerta de un balazo en la cabeza.
La asesinaron en la colonia Santa Fe, a escasos pasos de su casa: justo el lugar donde ella misma había advertido en múltiples ocasiones que se sentía más vulnerable ante un posible ataque que acabara con su vida.
“Hoy le exigimos a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Baja California que nos explique cómo es posible que, aun con las medidas de acompañamiento y de rondines policiacos en su casa, a Lourdes la asesinaron de la misma forma en la que ella misma había expresado temor que ocurriera. ¿Cómo la pudieron asesinar en la puerta de su casa, si las medidas de protección estaban vigentes?”, insiste la integrante del colectivo Yo sí soy Periodista, que, enojada, asegura tajante: “Estos malditos Mecanismos de protección a periodistas no sirven para nada”.
Noemí Pineda, investigadora de Protección y Defensa de Artículo 19, coincide en señalar que es “sumamente preocupante” que el homicidio de la periodista tuviera lugar con todo y protección del mecanismo estatal.
“Todo el gremio en Baja California está en alerta, pues se sienten incluso más exhibidos al estar integrados en un Mecanismo que es evidente que no está respondiendo al nivel de riesgo en el que se encuentran las y los periodistas en ese estado”, apunta la activista de Artículo 19, que exige a la Fiscalía Especial parar la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), dependiente de la Fiscalía General de la República (FGR), que atraiga la investigación de este caso, y que la principal línea de investigación del posible móvil del asesinato sea el trabajo periodístico crítico de la comunicadora.
Tras este homicidio, Artículo 19 alertó que en Baja California el nivel de agresiones a periodistas y medios de comunicación se ha incrementado notablemente. Tanto, que en 2021 ya era la quinta entidad en todo México más peligrosa para los periodistas. Ese año, la organización 19 documentó 43 agresiones de diferente tipo a comunicadores y medios, más del doble de lo registrado en 2018, cuando arrancó el actual gobierno de López Obrador.
“Estamos muy dolidos, afectados, y sobre todo, muy preocupados antes los asesinatos de nuestros compañeros”, señala por su parte José Ibarra, periodista independiente y director del medio digital Siempre en la noticia, que recalca que “es evidente que los mecanismos de protección están fallando”.
“No sabemos qué sucedió, porque se supone que a Lourdes la tenían que custodiar hasta que llegara dentro de su casa. Por eso la petición del gremio es que se esclarezca por qué no se le hizo esa custodia esa noche”, exige el comunicador, que recuerda a Maldonado como una periodista “muy confrontativa y con una personalidad muy fuerte, muy aguerrida”.
Para este martes 25 de enero hay convocada una marcha y acto de protesta en Tijuana, en el Monumento Las Tijeras, a las 17 horas de la tarde, así como en más de 30 ciudades, como Acapulco, Xalapa, Puerto de Veracruz, Ciudad Juárez, Ciudad de México, o Guadalajara, entre otras.
Este 24 de enero, durante su habitual conferencia mañanera, el presidente López Obrador lamentó el asesinato de la periodista Lourdes Maldonado y señaló que se tiene que investigar antes de “vincular en automático” si el hecho está relacionado con el conflicto laboral que la comunicadora mantenía con Jaime Bonilla; un laudo que la propia Maldonado anunció hace tan solo unos días que había ganado.
El mandatario dijo que cuando la periodista fue a la ‘mañanera’ para hacer la denuncia por el asunto laboral, se mantuvo comunicación con ella porque “no era un asunto de amenazas, de violencia”, dijo López Obrador, aunque tal y como consta en el video de aquella jornada la periodista sí menciona expresamente que “temía por su vida”.
El exgobernador de Baja California, Jaime Bonilla, rechazó en entrevista con El Weso de W Radio que hubiera amenazado alguna vez a Lourdes Maldonado.@EnriqueEnVivo · “Tenemos la conciencia tranquila”: Jaime Bonilla, exgobernador de Baja California.
“Se hace un escándalo porque, al parecer, ella dio a entender que estaba siendo amenazada, aunque nunca hubo una amenaza, no existe, ni tampoco presión para nada. Tan solo hubo una demanda laboral, que no era más que de 400 o 500 mil pesos, que no era para ultimar a nadie”, dijo el exmandatario estatal, que agregó que cree que la Fiscalía “va a resolver muy rápido este caso”.
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