CIUDAD DE MÉXICO.- La Fundación Nobel llevó a cabo su reunión anual para entregar el galardón de Química a los científicos Moungi G. Bawendi, Louis E. Brus y Alexei I. Ekimov, por su trabajo en el descubrimiento y la síntesis de puntos cuánticos.
Su trabajo en conjunto demostró cómo estas pequeñas partículas.
“Estas diminutas partículas tienen propiedades únicas y ahora arrojan su luz desde las pantallas de televisión y bombillas LED. Catalizan reacciones químicas y su clara luz puede iluminar tejido tumoral para un cirujano”, según la Real Academia Sueca de las Ciencias, que anunció el premio en Estocolmo.
En un giro inusual, los medios suecos reportaron los nombres de los ganadores antes del anuncio oficial. La academia no hizo comentarios sobre los nombres filtrados antes de su presentación.
Bawendi, de 62 años, nacido en París, es profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de Estados Unidos.
Brus, de 80 años, es profesor en la Universidad de Columbia, en Nueva York, y Alexei Ekimov, nacido en Rusia, trabaja en Nanocrystals Technology, también en Estados Unidos.
Pese a la popularidad de los premios, los estatutos de la Fundación Nobel restringen la divulgación de información sobre las nominaciones, ya sea pública o privadamente durante 50 años.
Según su sitio oficial, la restricción afecta a los nominados y nominadores, así como a las investigaciones y opiniones relacionadas con la concesión de un premio.
Los premios Nobel se otorgan por fisiología o medicina, física, química, ciencias económicas, literatura y trabajo por la paz, en ese orden, que a menudo atraen la mayor atención debido a la importancia de las personas y grupos nominados.
Cada año se otorgan estos seis galardones en los que cada uno reconoce la contribución innovadora de un individuo u organización en un campo específico.
Según el sitio oficial de la organización encargada de los galardones, los laureados reciben un diploma, una medalla del Premio Nobel y un documento que detalla el monto del Premio Nobel, que este año es de 11 millones de coronas suecas, alrededor de 17 millones 900 mil pesos mexicanos.
La Fundación Nobel comunicó a principios de mes que este año invitaría a los embajadores de todos los países a la entrega para recuperar la tradición, rota en 2022 como reacción a la intervención militar rusa en Ucrania, y para dar el máximo alcance al galardón.
Pero las “fuertes reacciones” en Suecia, incluidas amenazas de boicot de varios partidos políticos, unidas a las quejas del gobierno ucraniano, hicieron que esta institución se echase atrás, aunque los embajadores ruso y bielorruso sí podrán acudir, al igual que el año pasado, a la ceremonia de Oslo, donde se entrega únicamente el Nobel de la Paz.
“Si de año a año hay que decidir qué países merecen estar presentes, sería un trabajo enorme. No sólo hay guerra en Europa, también en África y en Asia”, respondió el secretario del Comité Nobel noruego, Olav Njølstad, a las presiones de Kiev.
Alfred Nobel (1833-1896), un magnate sueco que se hizo millonario con inventos como la dinamita, decidió en su tiempo que el premio de la Paz fuera otorgado y entregado en Oslo, ya que Noruega formaba parte entonces del Reino de Suecia.
El famoso inventor decidió legar su fortuna para impulsar unos premios que reconociesen los logros en varios campos del conocimiento, las letras y la lucha por la paz, y creó para ello cinco categorías: Medicina, Química, Física, Literatura y Paz; el galardón en Economía no fue instituido hasta 1968 por el Banco de Suecia.
En su testamento, el magnate sueco dispuso que su dinero fuese invertido en valores inmobiliarios y seguros, y que los intereses fueran divididos a partes iguales para premiar a personalidades e instituciones, independientemente de su nacionalidad.