Mujeres mayas en Quintana Roo: Generadoras de economía y líderes del cambio social

En las comunidades mayas de Quintana Roo, las mujeres se han convertido en un motor clave para el desarrollo económico y social, impulsando iniciativas que fortalecen la economía local y preservan su rica herencia cultural. A través del emprendimiento, la producción artesanal, el turismo comunitario y el trabajo agrícola, las mujeres mayas han encontrado formas de mejorar su calidad de vida y la de sus familias.

Iniciativas de emprendimiento y producción local

En el municipio de Lázaro Cárdenas, a unos 70 kilómetros de Tulum, la cocinera tradicional María Ady Pech Poot lidera la iniciativa “U Tsikbalil Kuxtal”, un proyecto que reúne a mujeres mayas para fortalecer el trabajo comunitario y promover el consumo de productos locales. Mermeladas, salsas, condimentos, dulces tradicionales y repelentes de mosquitos son elaborados con insumos orgánicos, impulsando la economía circular en la región.

En paralelo, la marca “Moda Maya” agrupa a más de 300 artesanas provenientes de municipios como Othón P. Blanco, Bacalar, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos y Tulum. Estas mujeres crean prendas únicas con técnicas tradicionales de bordado, logrando que sus productos lleguen a mercados nacionales e internacionales, generando así una importante derrama económica para sus comunidades.

Capacitación y fortalecimiento de habilidades

El Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM) ha implementado diversos talleres y capacitaciones dirigidos a mujeres de la zona maya. Estos cursos están enfocados en brindar herramientas para que las mujeres generen ingresos propios, incrementando su autonomía económica y fortaleciendo sus habilidades laborales.

Además, mujeres destacadas como Rosalinda Cauich Ramírez, originaria de Kopchén, han logrado reconocimiento a nivel nacional por su trabajo artesanal en cestería. Rosalinda ha sido premiada por la calidad y belleza de sus piezas tejidas con fibras vegetales, lo que no solo le ha permitido sustentar a su familia, sino también transmitir su conocimiento a nuevas generaciones.

La intervención gubernamental para cerrar brechas de desigualdad

Bajo la administración de la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, se han implementado diversas estrategias para reducir el rezago social y económico que históricamente ha afectado a las mujeres mayas en el estado.

Uno de los programas más relevantes es “Mujer es Poder”, el cual proporciona apoyos económicos a más de 50,000 mujeres quintanarroenses con el objetivo de fortalecer su autonomía económica y erradicar la violencia de género. Las beneficiarias reciben 2,000 pesos bimestrales, brindándoles un respaldo económico para mejorar su calidad de vida.

A través de la Financiera para el Bienestar (Finabien), Quintana Roo también se convirtió en el primer estado en implementar el programa MIAA (Mujeres Indígenas y Afromexicanas Artesanas), que ofrece acceso a financiamiento para fortalecer proyectos productivos y reducir la brecha de desigualdad económica.

Otra de las iniciativas más destacadas es la Estrategia “MujerEs Aprender”, cuyo propósito es reducir el analfabetismo y el rezago educativo entre mujeres mayores de 15 años en las zonas rurales del estado. Esto les permite acceder a mayores oportunidades laborales y personales, fortaleciendo su desarrollo integral.

Rompiendo ciclos de violencia desde la educación

Consciente de que la violencia de género es uno de los principales obstáculos para el desarrollo pleno de las mujeres mayas, la administración estatal ha implementado talleres para erradicar la violencia machista en la zona maya. Estos talleres, dirigidos principalmente a hombres, buscan generar cambios culturales profundos y promover una convivencia más equitativa y respetuosa. Hasta ahora, más de 800 hombres han participado en estos procesos de reeducación, generando impactos positivos en sus familias y comunidades.

Un futuro liderado por mujeres

El impacto económico generado por las mujeres mayas en Quintana Roo es innegable. Su capacidad para organizarse, emprender y preservar sus raíces culturales las ha convertido en un motor clave para la economía local. Sin embargo, aún existen desafíos por resolver, principalmente relacionados con el acceso a financiamiento, educación y seguridad.

Gracias a los programas implementados por el gobierno estatal y al esfuerzo inquebrantable de estas mujeres, se está construyendo un camino hacia un Quintana Roo más equitativo, donde las mujeres mayas no solo sean vistas como portadoras de cultura, sino también como líderes económicas y agentes de cambio social.

El futuro de Quintana Roo tiene rostro de mujer, y en las manos de las mujeres mayas se teje, día a día, un camino hacia la justicia económica y social.