CIUDAD DE MÉXICO.- José Ramón Fernández debutó en el programa Generación F de ESPN con Álvaro Morales como conductor. Si bien, este programa ya existía en la cadena, no contaron con la presencia de Joserra hasta hace apenas un par de días, donde ambos tuvieron un cara a cara por la Final de América contra Pumas en 1984 en Querétaro.
La final conocida como La Noche Negra de Querétaro de la temporada 1983-84 terminó con un tercer partido en la corregidora por empate global entre Pumas y América. Se decidió un estadio neutro pero José Ramón ha dicho, a lo largo de los años, que él mismo vio cómo Guillermo Cañedo (ex presidente de la Federación Mexicana de Futbol) cambió la designación de árbitros de último momento.
“Que en paz descanse Guillermo Cañedo, pero bajó al vestidor y cambió al árbitro en narices de nosotros los reporteros. Unos lo dijeron, muy pocos, otros lo callaron como siempre sucede, y salió Urrea, que manejaba pronósticos deportivos en Cuernavaca, y a los pocos minutos el América tenía un penalti a favor. Volaban en la cancha, volaban, quién sabe qué utilizaron pero volaban en la cancha”, dijo en su editorial de Futbol Picante por los 99 años del América.
Algo similar dijo en Generación F: “oye, yo tengo apuntado a Antonio R. Márquez, pero dijeron no, va Urrea”. Álvaro se escudó al decir que, en su interpretación. R. Márquez era antiamericanista, pero la respuesta de Joserra fue: “Ay, y Urrea era americanista, 100 por ciento, era un vendido”.
Seguido del comentario de Joserra, Ricardo Ferretti, quien era jugador de Pumas en esa Final, dijo que al final del partido, Joaquín Urrea posó con los jugadores del América cuando ganaron el campeonato, y Morales sólo se remitió a decir: “qué chismoso eres”.
Después, en Futbol Picante de ese mismo día, José Ramón contó cómo se la pasó con Álvaro Morales, con quien rara vez comparte set. Explicó la situación de aquella final que cataloga como “terrible” y que el guatemalteco solamente dijo “ay, yo no había nacido en ese año”.
El Tuca soltó el último comentario: “¡Ni hubieras nacido!”.
