BRASIL.- Brasil estrenó este domingo la primavera con una ola de calor que llevó las temperaturas de muchos puntos del país a batir récords para este año, después de haber pasado por uno de los inviernos más calientes en seis décadas.
El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) emitió el lunes una alerta por una masa de aire caliente que alcanzó su punto culminante el domingo, cuando estaba previsto que las temperaturas llegaran a los 42 grados Celsius en Río de Janeiro y 37 en Brasilia.
São Paulo, la mayor ciudad del país y de Suramérica, alcanzó los 36.5 grados a las 15:00 hora local (18:00 GMT), su temperatura más alta en lo que va de año y una de las mayores desde que empezaron los registros del Inmet en 1943.
Los paulistanos que pudieron huyeron a las playas, causando atascos de hasta 14 kilómetros, y quienes se quedaron se pusieron el traje de baño y llenaron las piscinas municipales y los parques.
Vestido con camisetas de tirantes y pantalón corto, Leonardo Callipo, psicólogo de 27 años, escogió una sombra del Parque Augusta, un rincón verde en el corazón de esta ciudad dominada por el cemento, para instalarse con su nevera portátil llena de cervezas y aperitivos.
“Me gusta el calor, pero esto es demasiado. Hace por lo menos tres años que no teníamos estas temperaturas y apenas estamos saliendo del invierno”, dice el joven, que ya está pensando en comprarse un aire acondicionado para su apartamento.
Los termómetros disparados se explican por un fenómeno meteorológico recurrente conocido como El Niño, que provoca un calentamiento de las corrientes marítimas que pasan cerca de esta parte de la costa de Sudamérica.
Normalmente ocurre en diciembre, al inicio del verano brasileño, pero el cambio climático y el debilitamiento de los vientos han adelantado el fenómeno.
Durante el invierno, el norte y centro del país tuvieron más de 70 días por encima de los 30 grados, mientras que en el estado de São Paulo se registraron más de 50 días por encima de esa marca y la ciudad del mismo nombre tuvo su estación fría más caliente desde 1961, según el Inmet.
Así como El Niño provoca subidas de temperaturas y déficit de lluvias en el centro y norte, también genera lluvias torrenciales en el sur, como se vio con el ciclón que azotó esa región a principios de septiembre y que dejó 50 muertos.