¿Por qué nos da tanta flojera hacer ejercicio?

CIUDAD DE MÉXICO.- Sonó la alarma y es hora de levantarse para empezar el entrenamiento que has planeado desde hace días, pero no puedes salir de la cama. Te has puesto a pensar, ¿por qué nos resistimos a levantarnos y dejar que la flojera nos gane cuando se trata de hacer ejercicio? Estamos seguras de que todas las personas han experimentado esta sensación en una o varias ocasiones.

Encontrar la energía y la motivación para continuar con nuestro ejercicio puede ser un desafío, pero entender las razones detrás de nuestra pereza y adoptar ciertos hábitos puede ser la clave para superar este obstáculo. Acompáñanos a conocer las razones y los secretos que te ayudarán a cumplir con tu rutina.

El primer paso para superar la flojera cuando hacemos ejercicio es entender qué la está ocasionando. Reflexiona si ¿es solo que no te sientes motivada o hay algo más que lo está provocando? Algunos estudios sugieren que la fatiga, el estrés y la falta de sueño son factores que provocan que no tengamos ganas de movernos. A veces, cuando nuestro cuerpo está pidiendo un descanso lo interpretamos como flojera, en realidad, puede ser una señal legítima de que necesitamos recuperarnos.

Además, el lado psicológico también juega un papel importante en nuestra decisión de procastinar y no hacer ejercicio. La ansiedad y la depresión son conocidas por mermar nuestra energía y cortar la motivación. Esto crea un ciclo vicioso, pues al no movernos estamos alimentando estos estados mentales negativos.

Es común escucharte con frases comunes como: “Mañana empiezo a hacer ejercicio”, pero ¿cuántas veces lo hemos cumplido? Formar hábitos es fundamental. Los consejos para no faltar al gimnasio pueden sonar muy cliché, pero establecer una rutina, encontrar una actividad que disfrutes y establecer metas realistas son pasos que te ayudarán a convertirlo en un hábito constante de entrenamiento.

Implementar una rutina que puedas cumplir y que sea sustentable a largo plazo es esencial para que no te sientas abrumada. Comienza con pequeños pasos, celebra cada logro y ajusta tus metas de acuerdo con tu progreso y circunstancias.

5 secretos de expertos para no saltarte la rutina de ejercicio

Además de los consejos que nuestra coach fitness te compartió en el video al inicio de este artículo para evitar la flojera y no faltar al gimnasio estos cinco tips te ayudarán a crear hábitos duraderos para cumplir con tus metas en actividades físicas.

1. Busca compañía: compartir tus sesiones de ejercicio con una amiga no solo lo hará más ameno, sino que también te dará esa sensación de responsabilidad para no faltar.
2. Encuentra tu “por qué”: recuerda los beneficios del ejercicio y las razones por las que deseas hacerlo para mantenerte enfocada y motivada.
3. Planifica y prepárate: tener un plan de entrenamiento y preparar tu ropa de entrenamiento eliminará las excusas.
4. Prioriza el ejercicio en tu agenda: considera tu tiempo de ejercicio como una cita no negociable contigo misma.
5. Concédete recompensas: apapáchate y cúmplete uno que otro capricho cuando alcances tus metas para motivarte más.

No subestimes el poder de la diversión para mantener la constancia en el ejercicio. ¿Sabías que caminar con tacones puede ser un excelente ejercicio para fortalecer las piernas? Como ves puedes tomar actividades que ya realizas diariamente y transformarlas en formas creativas y entretenidas para mantenerte activa. Bailar, probar nuevos deportes o realizar actividades al aire libre puede ser una estrategia para conservar tu interés y la pasión por moverte.

Recuerda que cada pequeño esfuerzo cuenta y reconocer tus logros, sin importar cuán pequeños sean, también es vital para mantenerte positiva y continuar esforzándote hacia tus metas fitness. Adecúa tus rutinas de acuerdo con tu condición o tiempo, por ejemplo, si estás iniciando una actividad física, lo mejor es probar ejercicios de cardio en baja intensidad. Por el contrario, si no tienes mucho tiempo una rutina exprés para entrenar la parte superior del cuerpo en menos de 16 minutos puede ser la solución. El chiste es no dejar de moverte.