CIUDAD DE MÉXICO.- Las frutas no deben faltar en su dieta saludable.Si usted está buscando una vida saludable, será indispensable en su dieta.
Estos alimentos naturales contienen un gran valor nutricional y podrá sumar a su cuerpo nutrientes como fibra, calcio, vitamina D, potasio, entre otros. Sin embargo, muchas personas tienen la duda sobre consumir frutas durante la noche, ya que varios mitos indican que pueden ser de digestión pesada.
Aitor Sánchez, especialista en nutrición, explicó en el medio La Vanguardia que no existe ningún problema en consumir frutas durante la noche, aunque sí mencionó que se debe mantener un equilibrio. Esto se debe a que el cuerpo necesita diversos nutrientes de otras fuentes de alimentos, por lo que solamente cenar frutos no será una buena idea.
“Si lo hacemos de forma eventual no hay problema, pero nuestro diseño de comidas normalmente tiende a incluir tanto en la comida como en la cena una ración de verduras y otra de proteínas”, fue lo que expresó el nutricionista. Por otro lado, aclaró que las frutas deben ser el acompañamiento de la comida ya sea en la noche o en el día: “Si no estamos aprovechando la cena para incluirlas, deberíamos vigilar que nuestra alimentación a lo largo del día las incorpore”.
¿Cuánta fruta debo comer al día para poder mantenerme saludable?
De acuerdo a la información que compartió la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el valor estándar de consumo de fruta diario es de al menos 400 gramos. Esto quiere decir alrededor de 5 porciones de 80 gramos por día. Sin embargo, este valor dependerá exclusivamente de la persona y su estado tanto de salud como físico actual.
¿Qué enfermedades puede prevenir el consumir frutas a diario?
Según un estudio realizado por la Escuela Icahn de Medicina de Mount Sinai, comer frutas a diario puede reducir masivamente el riesgo de padecer cáncer de colon, mama, pulmón, cuello uterino, estómago, vejiga, esófago, ovario y páncreas. También ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y agilizar la respuesta del organismo ante agentes externos, como los virus.