Este lunes 28 de abril, más de 341 mil estudiantes de educación básica en Quintana Roo retomaron clases tras el receso de Semana Santa y el paro laboral de maestros en protesta contra la reforma a la Ley del ISSSTE.
Al regreso, los alumnos se enfrentan a un nuevo reto: desde el 29 de marzo, está prohibida en escuelas públicas y privadas la venta de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas, como parte de una estrategia nacional para combatir la obesidad infantil.
La medida obliga a padres de familia y alumnos a replantear sus opciones de alimentos, apostando por loncheras más saludables. Las cooperativas escolares, a su vez, deberán ajustar su oferta conforme a los lineamientos de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La iniciativa busca promover entornos escolares más sanos y reducir los índices de sobrepeso entre la población estudiantil.