El próximo 28 de abril, estudiantes y docentes de todos los niveles educativos en Quintana Roo retornarán a las aulas, tras haber concluido el periodo vacacional de Semana Santa y un paro laboral que se extendió por 47 días naturales.
El principal desafío será enfrentar el significativo retraso en el aprendizaje, estimado en un 15 %, que amenaza con agravar el rezago académico si no se atiende de inmediato.
El paro de labores inició el 26 de febrero, impulsado por una marcha pacífica de maestros en rechazo a una iniciativa de reforma a la Ley del ISSSTE, presentada el 7 de febrero por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Aunque esta propuesta fue retirada el 18 de marzo tras la presión del magisterio a nivel nacional, la protesta se mantuvo con nuevas exigencias, entre ellas, la derogación de la reforma al ISSSTE de 2007, así como mejores condiciones laborales y de salud.
Aunque el paro concluyó oficialmente el 23 de abril, algunos integrantes de la CNTE permanecen en campamentos frente al Congreso del Estado, en espera de respuestas concretas a sus demandas.
Durante este periodo de inactividad, algunos maestros retomaron actividades de manera parcial antes de las vacaciones, mientras que otros optaron por enviar trabajos a casa.
Sin embargo, las autoridades educativas advierten que estas medidas fueron insuficientes: se calcula que el ciclo escolar presenta un atraso del 15 %, principalmente en áreas clave como matemáticas y español.
Frente a este panorama, las autoridades han subrayado la necesidad de implementar de manera urgente estrategias de recuperación académica. De no actuar con prontitud, el impacto en el nivel educativo de los estudiantes podría ser profundo y prolongado.