CIUDAD DE MÉXICO.- La tercera fue la vencida. Robert Downey Jr. era uno de los grandes favoritos, y finalmente se llevó el Oscar por su trabajo en Oppenheimer.
El actor inició su discurso de agradecimiento dedicándole el premio a su horrible infancia, en primer lugar, y en segundo a la Academia de Cine, que lo ha premiado en una categoría donde competía con Sterling K Brown (American Fiction), Robert De Niro (Los asesinos de la luna), Ryan Gosling (Barbie) y Mark Ruffalo (Pobres criaturas).
La tercera dedicatoria fue para su esposa, Susan Downey, a quien ha vuelto a atribuir el mérito de devolverle a la vida apoyándole en su antigua lucha contra las adicciones y convirtiéndose más tarde en su compañera como productora. Y tampoco podía dejar escapar la oportunidad de alabar a sus compañeros y a su director.
“Este es mi secreto, yo necesitaba este trabajo más de lo que el proyecto me necesitaba a mí. Chris Nolan lo sabía y se aseguró de rodearme con uno de los mejores elencos de la historia: Emily, Cillian, Matt Damon…. Soy mejor hombre gracias a ustedes”.
La lista de agradecimientos continuó con menciones a su publicista, a su agente y a su estilista, “por si nadie más lo hace”, pero el nombre que nadie esperaba que saliera de su boca era el de su abogado.
Sin embargo, él considera que se merece un momento de su tiempo porque se ha pasado las últimas cuatro décadas luchando contra las compañías que no querían asegurarle y sacándole de la cárcel.