ESTADOS UNIDOS.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio a conocer este jueves el primer acuerdo comercial de su segundo mandato, con Reino Unido, en un hito significativo de su guerra comercial en constante evolución.
Trump dijo que el acuerdo significa que el Reino Unido “acelerará” los productos estadounidenses a través de sus procesos aduaneros.
“Con este acuerdo, el Reino Unido se une a Estados Unidos para afirmar que la reciprocidad y la equidad son un principio esencial y vital del comercio internacional”, dijo Trump en una rueda de prensa este jueves desde la Oficina Oval.
“El acuerdo incluye miles de millones de dólares de mayor acceso al mercado para las exportaciones estadounidenses, especialmente en agricultura, aumentando drásticamente el acceso para la carne de res estadounidense, el etanol y prácticamente todos los productos producidos por nuestros grandes agricultores”.
El acuerdo se produce un mes después de que el gobierno de Trump anunciara aranceles masivos a decenas de países, incluido el Reino Unido, buscando hacer frente a lo que Trump considera un comercio injusto. Esas históricas subidas de aranceles se retrasaron hasta julio, tras entrar en vigor apenas unas horas, para permitir a la administración negociar acuerdos con otros países.
La semana pasada, Trump señaló que también son inminentes los acuerdos comerciales con Corea del Sur, India y Japón.
Trump adelantó por primera vez el anuncio del acuerdo comercial en una publicación en su red social Truth Social el miércoles.
Los detalles del acuerdo aún deben “pulirse”, dice el primer ministro del Reino Unido
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, le dijo al presidente Trump que sus países denen “terminar de pulir algunos detalles» de su acuerdo comercial, pero que “construyeron una plataforma increíble para el futuro”.
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Starmer se comunicó con el Despacho Oval, donde Trump se reunía con periodistas, y le dijo: “Esto va a impulsar el comercio entre y a través de nuestros países”.
“Con este presidente y este primer ministro conseguimos lo que mucha gente ha tratado de lograr durante muchos años”, dijo Starmer, añadiendo que “se siente completamente histórico”.
“Sí, podemos terminar de pulir algunos detalles, pero aquí hay una plataforma fantástica”, señaló el mandatario británico.
Llamándolo “Donald”, Starmer alabó el liderazgo del presidente de EE.UU. y habló de la relación entre ambos países en el 80 aniversario del Día de la Victoria en Europa. “Ese día, Estados Unidos y el Reino Unido se aliaron como el más estrecho de los aliados”, dijo Starmer. “Esa estrecha relación ha perdurado a lo largo de esos 80 años”.
El acuerdo comercial entre EE.UU. y el Reino Unido reducirá los aranceles sobre los automóviles británicos del 27,5 % al 10 % para 100.000 vehículos cada año, dijo Starmer durante una conferencia de prensa en Inglaterra este jueves.
“Eliminará los aranceles sobre el acero y el aluminio británicos, reduciéndolos a cero”, y “concederá un acceso sin precedentes a los agricultores británicos sin comprometer nuestros elevados estándares”, agregó Starmer.
Según datos de la industria, el año pasado Reino Unido envió a Estados Unidos acero por valor de 370 millones de libras (US$ 492 millones), lo que representa el 9 % del total de las exportaciones británicas de acero.
En su intervención en una planta de Jaguar Land Rover en la región de West Midlands, Starmer añadió: “Estamos enviando al mundo el mensaje de que el Reino Unido está abierto a los negocios: buscando acuerdos comerciales con India el martes, con Estados Unidos hoy y trabajando también para impulsar el comercio con otros socios, incluida por supuesto la Unión Europea”.
Starmer defendió la relación que ha construido con Trump. “En los últimos años se ha instalado la idea de que a veces demuestras tu fuerza rechazando a tus aliados. De que cierras la puerta, cuelgas el teléfono, te marchas enfadado”, dijo.
“He tenido mucha gente que me ha instado a hacer eso, en lugar de permanecer en la sala y luchar por los intereses de nuestro país… Así no es como funciona este Gobierno”.
El acuerdo comercial entre Estados Unidos y Reino Unido dado a conocer este jueves es una importante victoria diplomática para el Gobierno británico y parece reivindicar la relación amistosa y cautelosa que el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha construido con Trump.
Starmer se ha resistido a criticar al presidente de EE.UU. incluso cuando Trump ha indignado al resto de Westminster: un recorte arancelario era el premio que Starmer buscaba por encima de todos los demás.
Un pacto comercial más amplio con Washington, similar al pacto Reino Unido-India acordado antes esta semana, ha sido perseguido por sucesivos gobiernos posteriores al Brexit, pero se ha mostrado obstinadamente esquivo.
Las palabras del expresidente de Estados Unidos Barack Obama en 2016 —sobre que Londres estaría al “final de la fila” para un acuerdo si votaba a favor de abandonar la Unión Europea— han perseguido a los negociadores británicos. Una década después, parece que Reino Unido se abrió camino hasta el frente.
Pero aún queda trabajo por hacer. En su primer año en el cargo, Starmer ha hecho malabares para fomentar unas relaciones más estrechas con Estados Unidos, Europa y China. Cada relación conlleva una promesa económica para un país asolado por una década de bajo crecimiento.
Pero la gestión de asociaciones con potencias competidoras entraña riesgos para un primer ministro que se está abriendo camino en la escena mundial. La próxima prioridad de Starmer será un acuerdo con Bruselas que afloje algunos de los grilletes del Brexit, y las encuestas sugieren que los británicos favorecen unos lazos más estrechos con Europa que con la administración de Trump.
