Una nueva investigación realizada en personas con algunos factores de riesgo de enfermedades cardiacas demostró que el extracto de té verde puede reducir los niveles de glucosa en sangre.
El estudio se llevó a cabo durante cuatro semanas, en las que esta bebida demostró ser efectiva en la reducción del azúcar y la inflamación intestinal.
Los investigadores dijeron que este es el primer estudio que evalúa si los riesgos para la salud relacionados con el síndrome metabólico pueden disminuir gracias a los beneficios antiinflamatorios del té verde.
De hecho, esta enfermedad afecta a un tercio de los estadounidenses, afirmaron los autores. El estudio se realizó en la Universidad Estatal de Ohio en Estados Unidos en 40 personas.
Esta investigación se dio como seguimiento de una previa de 2019, en la que se asociaba menor obesidad y menos riesgos para la salud en ratones que consumían suplementos de té verde con una mejor salud intestinal.
“Hay muchas pruebas de que un mayor consumo de té verde asocia a buenos niveles de colesterol, glucosa y triglicéridos, pero ningún estudio ha relacionado sus beneficios en el intestino con esos factores de salud”, aseveró Richard Bruno, autor principal.
Este nuevo estudio fue publicado en la revista ‘Current Developments in Nutrition’. El documento reseña también los beneficios que tuvo el extracto de té verde en la reducción de la glucosa y en la desinflamación y menor permeabilidad intestinal en personas sanas.
“Lo que esto nos dice es que en el plazo de un mes somos capaces de reducir la glucosa en sangre tanto en personas con síndrome metabólico como en personas sanas”, explicó Bruno.
A los pacientes de síndrome metabólico se les diagnostican al menos tres de los cinco factores que aumentan el riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes y otros problemas de salud.
Un total de 40 participantes -21 con síndrome metabólico y 19 adultos sanos- consumieron durante 28 días gomas que contenían extracto de té verde rico en compuestos antiinflamatorios llamados catequinas.
La dosis diaria equivalía a cinco tazas de té verde. En el ensayo cruzado aleatorio a doble ciego, todos los participantes pasaron otros 28 días tomando un placebo, con un mes de descanso de cualquier suplemento entre los tratamientos.
Los investigadores confirman que los participantes, tal y como se les aconsejó, siguieron una dieta baja en polifenoles -antioxidantes naturales presentes en frutas, verduras, tés y especias- durante las fases de placebo y de confección del extracto de té verde del estudio, de modo que cualquier resultado pudiera atribuirse a los efectos del té verde por sí solo.
Este estudio no pretende curar el síndrome metabólico con una investigación de un mes, pero, basándose en lo que se conoce sobre los factores causales del síndrome, este podría dar visos de una solución.
“Existe la posibilidad de que el té verde actúe, al menos en parte, a nivel intestinal para aliviar el riesgo de desarrollarlo o revertirlo si ya se tiene el síndrome metabólico”, precisó el autor del documento.