ESPAÑA.- Miles de personas protestaron el sábado en Tenerife para pedir a la isla española que limite temporalmente la llegada de turistas con el fin de frenar el auge de los alquileres vacacionales de corta duración y la construcción de hoteles, que está disparando el costo de la vivienda para los habitantes.
Con pancartas en las que se leía “La gente vive aquí” y “No queremos ver morir nuestra isla”, los manifestantes afirmaron que deben introducirse cambios en la industria turística, que representa el 35% del Producto Interno Bruto (PIB) del archipiélago canario.
“No es un mensaje contra el turista, sino contra un modelo turístico que no beneficia a esta tierra y que hay que cambiar”, dijo a Reuters uno de los manifestantes durante la marcha en la capital tinerfeña, Santa Cruz de Tenerife.
Se celebraron marchas más pequeñas en otros puntos de la isla y en otras ciudades españolas, todas ellas organizadas por unas dos docenas de organizaciones ecologistas en vísperas de la temporada alta de vacaciones de verano boreal.
Las organizaciones afirman que las autoridades locales deberían limitar temporalmente el número de visitantes para aliviar la presión sobre el medio ambiente, las infraestructuras y el parque inmobiliario de las islas, y poner freno a la compra de propiedades por parte de extranjeros.
“Las autoridades deben poner fin de inmediato a este modelo corrupto y destructivo que agota los recursos y precariza la economía. Canarias tiene límites y la paciencia de la gente también”, dijo a Reuters Antonio Bullón, uno de los líderes de la protesta.
El archipiélago, de 2,2 millones de habitantes, recibió la visita de casi 14 millones de turistas extranjeros en 2023, un 13% más que el año anterior, según datos oficiales.
Las autoridades de las islas están preocupadas por el impacto en la población local. Se espera que este año se apruebe un proyecto de ley que endurece las normas sobre alquileres breves, a raíz de las quejas de los residentes a los que se ha expulsado del mercado inmobiliario.
El presidente canario, Fernando Clavijo, dijo el viernes sentirse “orgulloso” de que la región sea uno de los principales destinos turísticos españoles, pero reconoció que son necesarios más controles a medida que el sector sigue creciendo.
“No podemos seguir mirando hacia otro lado. Si no, los hoteles seguirán abriendo sin ningún control”, declaró en rueda de prensa.