Este día tiene como objetivo informar al público acerca de los peligros que supone el consumo de tabaco, las actividades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para luchar en contra la epidemia de tabaquismo, y lo que las personas de todo el mundo pueden hacer para reivindicar su derecho a la salud y a una vida sana y, además, proteger así a las futuras generaciones.
La Asamblea Mundial de la Salud instituyó el Día Mundial sin Tabaco en 1987 para llamar la atención mundial hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales. La celebración de este día es una oportunidad para destacar mensajes concretos relacionados con el control del tabaco.
Según cálculos estimativos, para fabricar cigarrillos se talan 600 millones de árboles, se emiten 84 millones de toneladas de dióxido de carbono al ambiente y se utilizan 22.000 millones de litros de agua.
Bajo el lema “El tabaco envenena nuestro planeta”, pretende dar a conocer a la comunidad mundial los perjuicios que las empresas tabacaleras causan al medio ambiente, los cuales son de gran magnitud y van en aumento, agravando la escasez de recursos y la fragilidad de los ecosistemas.
El consumo del tabaco es causante de la muerte de más de 8 millones de personas en el mundo anualmente, ha expuesto la OMS.
Está demostrado que muchas enfermedades son causadas por el tabaquismo, incluyendo al fumador pasivo, es decir la persona expuesta al consumo del humo del tabaco. Entre dichas enfermedades se encuentran con mayor frecuencia: las cardiovasculares, respiratorias y cánceres que afectan a distintos órganos.