La Policía de Rusia detuvo a la periodista Marina Ovsyannikova, quien en marzo interrumpió en el principal noticiario de la televisión de ese país para denunciar la ofensiva militar rusa contra Ucrania, según varias publicaciones en sus cuentas en redes sociales.
“Marina ha sido detenida. Se desconoce la información sobre su paradero”, indica un mensaje en su cuenta en Instagram, donde además hay publicadas fotografías en las que se la ve junto a dos agentes y un vehículo policial. Las imágenes también fueron publicadas en su cuenta en Telegram.
Más tarde, Ovsyannikova concedió una entrevista al medio ruso Podemos Explicar en la que detalló que tres horas después de ser arrestada, fue trasladada al departamento de Policía del distrito moscovita de Krasnoselski, donde pudo ponerse en contacto con su abogado.
Tras esto, tal y como la propia periodista informó, fue puesta en libertad. Ovsyannikova señaló que las autoridades la acusan de “desacreditar” a las Fuerzas Armadas rusas por unas declaraciones en las que afirmaba que la guerra en Ucrania es un “intento frenético” del presidente de Rusia, Vladimir Putin, para “mantener el poder en sus manos”.
La detención tuvo lugar apenas unos días después de que Ovsyannikova realizara una protesta en solitario cerca del Kremlin con una pancarta en la que volvió a denunciar la invasión de Ucrania y criticar al presidente del país, Vladimir Putin.
Asimismo, la periodista publicó durante la jornada del domingo un largo mensaje en su cuenta en Instagram en el que dijo que “no tiene miedo a ser arrestada” y subrayó que “estos monstruos inmorales que comenzaron una guerra pueden hacer cualquier cosa a cualquier persona decente en Rusia”.
En este sentido, indicó que su última protesta tuvo relación con el reciente bombardeo contra la ciudad ucraniana de Vínistia (centro) y denunció que “los medios de comunicación y propaganda no dijeron una palabra sobre la muerte de niños” en dicho bombardeo.
Asimismo, destacó que más de 350 niños han muerto en el marco de la guerra y se preguntó “cuántos niños más deben morir para que las tropas rusas dejen de bombardear Ucrania”. “Estos niños se han convertido en simples peones en una feroz lucha por el poder, la influencia, los gasoductos y los puertos de grano”, aseguró.
Ovsyannikova, que trabajaba para el Canal 1, interrumpió el 14 de marzo las emisiones con una pancarta protestando contra la invasión, a pesar de la prohibición del Kremlin a los periodistas de hablar de “guerra” a lo que las autoridades rusas denominan como “operación especial” en el país vecino. Por ello, fue condenada a una multa de 30 mil rublos por “organizar un acto público sin autorización”.