Cada padre conoce bien a sus hijos. Ellos saben mejor que nadie si sus criaturas son capaces de arrasar como un huracán o pueden mantenerse tranquilos y se saben comportar. Aunque independientemente de esto, los accidentes ocurren, lo mejor es no quitarles el ojo de encima a los niños.
Una familia en Hong Kong aprendió a no dejar ni un momento libre a sus retoños después de que tuvieran que pagar 4 mil 280 dólares a una juguetería por un muñeco Teletubby de color dorado de 1.8 metros de altura que se hizo añicos, el pasado domingo.
Los empleados de la juguetería KKPlus acusaron al hijo, de 5 años de edad, del señor Cheng de patear la escultura, que estaba en medio de la tienda sin ninguna protección, excepto un pequeño letrero que decía “No tocar”.