Para las mujeres en la frontera sur de los EU, México será una opción preferida porque ya cruzan la frontera regularmente para servicios médicos y dentales u otro tipo de intercambios y compras.
El acceso al aborto con medicamentos es fácil y económico en México, aunque existen motivos para preocuparse por la información y la supervisión. Un aborto médico requiere dos medicamentos, mifepristona y misoprostol. El primero se puede comprar en una farmacia en México; el segundo requiere una receta de un médico.
Existe la preocupación de que las mujeres solo adquieran el primer medicamento y renuncien al segundo, y no reciban la atención adecuada durante todo el procedimiento.
Cruzar la frontera hacia México es familiar, anónimo, económico, rápido y no conlleva vigilancia ni juicio. Esta es una buena opción para muchas mujeres, especialmente aquellas que son pobres, racializadas y/o particularmente vulnerables a la vigilancia estatal.
Pero la eliminación de las protecciones constitucionales para el aborto creará un régimen de derechos reproductivos estratificado, en el que las mujeres se verán obligadas a tomar decisiones en función de su posición social.
Viajar a través de las fronteras estatales puede ser más fácil para las mujeres más privilegiadas que están menos preocupadas por la vigilancia y el control del estado; estas son mujeres que no son pobres, racializadas, vulnerables o bajo amenaza.