• 18/05/2024
  • Cancún, Quintana Roo, México

El turismo internacional se desploma en China

El turismo internacional se desploma en China

CHINA.- Las llegadas de turistas internacionales a China se desplomaron pese al fin de las restricciones por el coronavirus hace seis meses, una señal de desacoplamiento entre Beijing y Occidente que podría tener repercusiones negativas durante mucho tiempo, según expertos en turismo internacionales y chinos.

El fenómeno incluso empieza a preocupar a las autoridades chinas. “El número de visitantes procedentes de Europa, América, Japón y Corea está disminuyendo sustancialmente”, declaró Xiao Qianhui, director de la semioficial Asociación China de Turismo, en un discurso pronunciado en mayo.

Las cifras confirman las afirmaciones del funcionario chino. Durante el primer trimestre de este año, apenas 52.000 personas llegaron a China continental desde el extranjero en viajes organizados por agencias, en comparación con los 3,7 millones del primer trimestre de 2019, según cifras citadas por el diario Wall Street Journal. Como en años anteriores, casi la mitad de los visitantes procedían de la isla autogobernada de Taiwán y de los territorios chinos de Hong Kong y Macao, en lugar de lugares más lejanos como Estados Unidos o Europa.

La caída es especialmente notoria en ciudades como Beijing y Shanghai, donde el número de turistas extranjeros en el primer semestre del año ascendió a menos de una cuarta parte de las cifras comparables de 2019, antes de la pandemia de Covid.

Friendly Planet Travel, una agencia de viajes con sede en Pennsylvania, solía enviar hasta 1.500 turistas a China al año. Desde Covid, no ha recibido ni una sola solicitud, dijo al Journal Peggy Goldman, su fundadora y presidenta.

Cuando su equipo investigó los destinos que la gente busca en Internet, “China está realmente al final de ese rastreo”, dijo. “Había mucha animadversión en torno al tema de China”. La empresa aún no ha vuelto a poner en línea sus paquetes para China, aunque Goldman cree que China volverá a ser popular con el tiempo.

Según datos de Mondee Holdings, una empresa de tecnología de viajes con sede en Austin, los viajes de ocio desde Norteamérica a China en la primera mitad de 2023 fueron alrededor del 40% del mismo periodo de 2019.

La escasez de vuelos a China es en parte responsable de las bajas cifras de llegadas, ya que las compañías aéreas aún no han restablecido el mismo nivel de servicio que ofrecían antes de la pandemia. Pero los expertos en turismo chinos y extranjeros dijeron que los visitantes extranjeros también se mantienen alejados debido al deterioro de las relaciones entre China y Occidente, que les ha hecho ser más recelosos a la hora de visitar el país.

En junio, el gobierno de Estados Unidos emitió un aviso de viaje en el que advertía a los estadounidenses que reconsideraran sus viajes a China continental debido a lo que denominaba “la aplicación arbitraria de las leyes locales”, incluidas las prohibiciones de salida y la posibilidad de detenciones ilegales.

Aunque los ejecutivos de empresas siguen haciendo consultas sobre viajar a China, muchos ahora se centran en los riesgos, mientras que en el pasado querían averiguar cómo agilizar un visado, dijo al Journal Dan Harris, socio de Harris Bricken, un bufete de abogados que asesora sobre inversiones en China.

“A las empresas les preocupa mucho que su personal vaya a China. ¿Por qué no habrían de estarlo?”, dijo. El experto se refirió a las recientes investigaciones de China sobre empresas occidentales de diligencia debida y otras, que incluyeron redadas del gobierno en consultorías globales como Bain & Co. “La gente no va a China a menos que sea necesario”, dijo.

Los extranjeros que vivían en China trabajando en empresas occidentales, que en años anteriores actuaban como puentes entre la sociedad china y sus respectivos países de origen, también están abandonando el país.

“La gente percibe ahora a China como muy distante y algo alienada”, dijo Alexander Sirakov, un consultor de inversiones búlgaro que se fue de Shanghai el año pasado. “Era exactamente lo contrario hace cuatro años, cuando China era realmente abierta y vibrante, un lugar de visita obligada”.

Para revertir la situación, funcionarios chinos se han reunido recientemente con asociaciones empresariales de Estados Unidos, Europa y Japón para asegurarles que el país sigue acogiendo con agrado la inversión extranjera.

El embajador chino en Estados Unidos, Xie Feng, declaró en el Foro de Seguridad de Aspen celebrado en julio que los turistas de ambos países deberían visitarse mutuamente. Sugirió organizar un foro de turismo y aumentar el número de vuelos, y pidió a Washington que ajustara sus recomendaciones de viaje.

Por otro lado, el descenso de visitantes de Occidente y partes de Asia Oriental se ha visto compensado en parte por un aumento del número de turistas rusos. En consonancia con la “relación sin límites” forjada por el presidente chino, Xi Jinping, y su par ruso, Vladimir Putin, las autoridades locales prometieron añadir más vuelos desde el vecino del norte de China o ampliar los existentes desde otras ciudades chinas.

Sin embargo, los expertos en viajes chinos afirman que las llegadas rusas no lograrían compensar la falta de turistas norteamericanos y europeos. Además, su poder de gasto es sustancialmente menor.

Menos turistas y hombres de negocios extranjeros significa menos oportunidades para que los extranjeros vean China con sus propios ojos e interactúen con la población local, un factor importante para reducir las tensiones geopolíticas, según los expertos. En otras palabras, la falta de turistas extranjeros representa una oportunidad perdida para que China se muestre bajo una luz más positiva a los extranjeros.

En su discurso, el responsabile del turismo Xiao Qianhui pidió más apoyo al gobierno central. Subrayó que el turismo receptivo podría contribuir a rebajar las tensiones geopolíticas “de forma similar a la ‘diplomacia del ping pong’”, en referencia a los intercambios de jugadores de tenis de mesa que en los años setenta contribuyeron a descongelar las relaciones entre China y Estados Unidos.

La escasez de visitantes también podría estar contribuyendo a una menor inversión en China, según el influyente diario económico estadounidense. De hecho, la inversión extranjera directa en el país descendió a 20.000 millones de dólares en el primer trimestre, frente a los 100.000 millones del primer trimestre del año pasado, según un análisis de las cifras gubernamentales realizado por Mark Witzke, de la empresa de investigación Rhodium Group.

La caída de la inversión y de las llegadas de extranjeros preocupa a las autoridades porque se produce en un momento de estancamiento de la economía china, con un mercado inmobiliario deprimido, un desempleo juvenil en máximos históricos y un temor cada vez mayor a que el país se deslice hacia la deflación. La economía china apenas creció en el segundo trimestre respecto a los tres primeros meses del año.

Aunque la ausencia de visitantes extranjeros también está afectando a zonas más turísticas del país y a los trabajadores del sector.

El Parque Nacional Zhangjiajie de China Central, una región de llamativas formaciones rocosas donde se filmaron las “montañas flotantes” de la película Avatar, registró solo 25.600 visitantes extranjeros hasta mediados de mayo, en comparación con los 500.000 de los primeros cinco meses de 2019.

Snow Yu, un guía turístico de Shanghai, dijo que sus ingresos se han reducido casi a la mitad desde antes de la pandemia debido a la falta de turistas extranjeros.

“El mundo”, afirmó, “necesita estar conectado”.

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